El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "apoya completamente" la reanudación de las operaciones militares de Israel en Gaza, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al responsabilizar a Hamás de la violencia en la región.
"Apoya completamente a Israel y a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y las acciones que han tomado en los últimos días", afirmó Leavitt ante la prensa. Cuando se le preguntó si el mandatario intentaba restablecer el alto al fuego, la vocera dejó claro que esa no era la prioridad. "El presidente dejó muy claro a Hamás que si no liberaban a todos los rehenes vivirían un infierno", advirtió.
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El apoyo incondicional de Trump a Israel se produce en un momento de escalada del conflicto. Según fuentes palestinas, 504 personas murieron desde el reinicio de la ofensiva, incluidos más de 190 niños.
El martes, el ejército israelí lanzó una nueva oleada de ataques aéreos, rompiendo la relativa calma que se mantenía desde el alto al fuego del 19 de enero. En respuesta, Hamás afirmó haber disparado cohetes contra Tel Aviv el jueves.
Gaza sin avances
El conflicto se mantiene en un punto muerto en cuanto a las negociaciones para la liberación de rehenes y prisioneros. De las 251 personas secuestradas por Hamás en 2023, 58 siguen en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército israelí.
La primera fase de la tregua, que culminó el 1 de marzo, permitió la liberación de 33 cautivos israelíes, ocho de ellos fallecidos, a cambio de la excarcelación de unos mil 800 palestinos.
Las negociaciones mediadas por Catar, EU y Egipto están estancadas. Hamás busca avanzar a la segunda fase del acuerdo, que incluiría un alto al fuego permanente, la retirada israelí de Gaza y la reapertura de los pasos fronterizos para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
Israel, por su parte, exige la "desmilitarización" de Gaza y la salida de Hamás del poder antes de considerar cualquier cese definitivo de las hostilidades.
La posición de Trump refuerza la línea dura de Israel y aleja la posibilidad de una solución negociada a corto plazo. Mientras tanto, la población civil sigue siendo la principal víctima del conflicto.
