En dos décadas se han invertido más de 200 mil millones de pesos en diversos proyectos de saneamiento del río Atoyac, sin obtener resultados positivos, ya que la contaminación del afluente es elevada y sigue concentrada en ocho municipios poblanos, consideró la ambientalista Verónica Mastretta Guzmán.
En una entrevista, la representante de la asociación civil Dale la Cara al Atoyac comentó que la mayor polución de la cuenca se genera en la ciudad de Puebla, seguida por San Andrés y San Pedro Cholula, Amozoc, Ocoyucan, Cuautlancingo, Coronango, en la zona metropolitana de la capital, así como en Tlahuapan, Huejotzingo, San Salvador el Verde, San Martín Texmelucan, Chiautzingo y San Matías Tlalancaleca.
Sin embargo, pese a los diversos estudios y obras que se han hecho en las últimas cinco administraciones estatales, la degradación del afluente persiste, aseguró Mastretta Guzmán, en el marco del Día Mundial del Agua.
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Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum colocó al Atoyac dentro de sus 100 primeras acciones para el saneamiento de los afluentes más contaminados del país, junto con el Lerma, Santiago y Tula, que contará con una inversión de más de 20 mil millones de pesos.
Para la ambientalista, los gobiernos municipales no aplican normativas para regular las descargas industriales y remarcó la urgencia de que la sociedad participe en este proceso de limpieza, declaró.
ETERNA PROMESA
Con una superficie de 4 mil 11 kilómetros cuadrados, el Atoyac cruza por 70 municipios de Puebla y Tlaxcala, cuyos gobiernos estatales han invertido grandes cantidades de dinero en obras y estudios para su rescate.
Por ejemplo, durante el gobierno de Mario Marín, entre 2005 y 2011, se realizó un convenio intergubernamental y se destinaron 2 mil 700 millones de pesos para el saneamiento del afluente.
En la administración del panista Rafael Moreno Valle se invirtieron mil 627 mil millones de pesos, en conjunto con el Gobierno de Enrique Peña.
Los trabajos continuaron con Antonio Gali, quien adquirió dos barcos para retiro del lirio acuático de la presa de Valsequillo por 200 millones de pesos.
En 2018, la gobernadora Martha Erika Alonso propuso la creación de una Secretaría de Medio Ambiente entre Puebla y Tlaxcala, pero, ante su fallecimiento, no se concretó.
Luis Miguel Barbosa contempló una inversión de casi 435 millones de pesos para la construcción de colectores y subcolectores marginales.
El año pasado, Sergio Salomón Céspedes elaboró un proyecto con el entonces gobernador electo, Alejandro Armenta y pactaron una inversión de 20 mil millones de pesos, junto con el Gobierno federal.
