La incertidumbre sobre quién se quedará con el control de Gruma, la productora de harina y tortillas de maíz más grande de México y el mundo, tiraron sus acciones ayer en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Al cierre de la jornada de este lunes, la empresa insignia de Roberto González Barrera, fallecido en Texas el pasado 25 de agosto por complicaciones por un cáncer de páncreas, perdieron 4.17%, al hacer más ruido la disputa familiar por la herencia.
La emisora guardó silencio acerca de qué había sido realmente lo que provocó el desplome de su acción. Sin embargo, analistas consultados dicen que la baja accionaria responde a conflictos familiares que sólo podía detener El Maseco. Entre esos conflictos, la supuesta anulación de su divorcio con Graciela Moreno, quien estaría en posición de decidir antes que nadie en la familia qué pasará con la fortuna que dejó el empresario de Cerralvo, Nuevo León.
“La caída de los títulos de la empresa de González Barrera se debió esencialmente a un rumor de su desliste de BMV y de la Bolsa de Nueva York”, dijo Paola Sotelo, analista de Grupo Financiero Monex.
Según la economista, este lunes circularon rumores de que Graciela Moreno invalidó un fideicomiso constituido por González Barrera, así como por su posible salida de la Bolsa, pero ambas situaciones son muy prematuras y antes deben ocurrir varias cosas en el campo bursátil y financiero para saber hacia dónde se encaminará la compañía.
El 28 de agosto, 24 HORAS informó que en Grupo Banorte-Ixe se había dado la sucesión de poder sin contratiempos, tal y como lo había planeado Roberto González Barrera en vida. Pero, en Gruma, al ser una empresa familiar y con varios intereses de los hijos de don Roberto, se generarían tensiones y disputas.
“No se descarta que se registre un conflicto de intereses, el cual provoque incertidumbre sobre la operatividad de la empresa y volatilidad en la acción durante los próximos días”, señalaba el diario. “Con la muerte de González Barrera, porque la estadunidense Archer-Daniels-Midland (ADM) podría ya no participar con el total de acciones y no pudieran estar conformes con alguno de los familiares. Además, la empresa estadunidense tenía mucha confianza en la palabra y persona de Roberto González Barrera”, añadía.
“En Gruma, a diferencia de Banorte, la familia sí está involucrada y no está tan claro quién se quedará al frente de la compañía”, publicaba este medio, tras consultar a diversos expertos en el sector.
“A fin de mes se debe conocer si los herederos de González Barrera comprarán Archer-Daniels-Midland, la operación no lleva una semana. También, se debe confirmar la nulidad del fideicomiso, seguro que la familia no se quedará viendo a ver qué pasa. Sin embargo, ese es un problema que ya se venía venir hace meses”, recordó Paola Sotelo este lunes.
La analista anticipó que las acciones de la emisora en la BMV seguirán volátiles en los siguientes días. Por lo pronto, la acción de Gruma cerró en 36.50 pesos por acción este lunes.
“La volatilidad en la emisora a consecuencia de los conflictos familiares seguirá al interior del emporio construido por El Maseco”, agregó Sotelo.
Dijo que la emisora para adquirir las acciones de ADM tiene que ser a través de una oferta pública en el mercado de valores mexicano; en dado caso de que no sea así, el empresario Fernando Chico Pardo se quedará con una parte del control accionario en Gruma.
El 24 de octubre de este año, la acción de la harinera cerró en su nivel más alto en los últimos meses, al vender cada título en 41.54 pesos.
Ese incremento se dio un día después de que Chico Pardo, presidente del Consejo de Administración de Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), anunciaba su intención de comprar 23.22% de las acciones de la productora de harina de maíz y tortillas.
“Archer-Daniels-Midland Company me vende a mí, Fernando Chico Pardo, su posición en Gruma, aunque la operación está sujeta a que los accionistas de control tienen el derecho de adquirir la participación de la empresa”, reveló el empresario en entrevista con 24 HORAS.
Chico Pardo explicó que la empresa estadunidense tenía una posición accionaria de 23.2% en Gruma y en sus subsidiarias, así como inversiones en tres subsidiarias más.