A nueve días de que la población civil tomara las armas para protegerse de un grupo de presuntos sicarios, 34 elementos de la Armada de México entraron a la cabecera municipal de Olinalá para reforzar los operativos de seguridad pública.

 

Alrededor de las 19:00 horas, los marinos pasaron por el primer reten que mantienen los pobladores de Olinalá en el acceso que se ubica sobre la carretera que llega desde el municipio de Ahuocotzingo.

 

Llegaron a bordo de una camión tipo comando de redilas, una camioneta de tres toneladas y una camioneta artillada.

 

Tomaron la avenida principal y se introdujeron al área del estacionamiento del palacio municipal, en donde varios representantes del Concejo Ciudadano que se creó para resguardar al municipio ya los esperaban, al igual que el cabildo que encabeza el presidente municipal Eusebio González Rodríguez.

 

Tras la llegada de los elementos de la Marina, los líderes del movimiento civil armado accedieron a reunirse con el alcalde, para dialogar sobre los términos en que se habrá de garantizar la seguridad en el municipio.

 

La mañana del lunes, el alcalde señaló que una vez que arribaran los marinos a la localidad, los ciudadanos tendrían que dejar los retenes y también desarmarse.

 

En cambio, los integrantes del consejo plantean que el desarme no será inmediato, ya que deben tener la certeza de que la población tendrá garantizada la integridad.

 

El arribo del personal de la Marina Armada se da en un día en que las amenazas de muerte contra los pobladores se intensificaron.

 

“Sabemos quien eres, como te llamas, a qué te dedicas y quien es tu familia”, son los amagues que de manera recurrente se escuchan en los celulares de vecinos de Olinalá, mismos que aunque atemorizados decidieron no prestarles atención y seguir adelante con el movimiento.

 

La misma noche del lunes, directivos de las escuelas primarias, jardines de niños, secundarias, la prepa y el Instituto Tecnológico de la Montaña se reunieron con el alcalde para discutir si hay condiciones o no para retomar las clases que se suspendieron desde el 29 de octubre.

 

Esta noche de lunes, todavía estuvo vigente el toque de queda que se impuso desde el sábado 27, mismo que establece que a partir de las 22:00 horas nadie debe estar en las calles, salvo los hombres que todavía pasaron la noche en las trincheras.