Washington/Nueva York. El voto latino en las elecciones estadunidenses tuvo ayer la mayor jornada de toda la historia. Un 10 por ciento de los votantes a escala nacional fueron latinos, de acuerdo con el sondeo a pie de urna publicado por la cadena CNN.

 

En 2008, los latinos marcaron un récord histórico al componer el 7,4 de los votantes, de acuerdo con los datos del centro de estudios Pew, y su participación fue clave para la victoria del actual presidente y candidato a la reelección, Barack Obama.

 

Según las encuestas, los hispanos de Estados Unidos, unos 51,9 millones de personas, un 16,7 % de la población, según el Censo de 2011, pueden ser determinantes para que Obama consiga la reelección. En total, hay 23.7 millones de latinos que pueden votar, pero se esperaba que sólo lo hicieran poco más de 12,2 millones, según datos de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados. En 2008 votaron 9,7 millones.

 

Un 73 % de los hispanos manifestó su intención de votar por Obama y un 24 % por Romney, según una encuesta de la empresa Latino Decisions.

 

"Los latinos le darían Nevada, Colorado, Florida y Virginia a Obama", cuatro estados clave para el resultado de la elección, según el investigador principal de Latino Decisions, Matt Barreto.

 

"Si los republicanos hubieran dejado trabajar a Obama tranquilo, el presidente hubiera logrado mucho más", opinó Román, un ama de casa de 67 años que votó orgullosa por Obama en el barrio hispano de East Harlem, en Nueva York.

 

En tanto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, consideró: "En general, yo no creo que se puedan percibir cambios muy fundamentales respecto a América Latina" si el próximo Gobierno de Estados Unidos es diferente, aseveró en una entrevista con la emisora colombiana Caracol Radio.

 

Insulza sí cree, no obstante, que una victoria de Romney habría de suponer cambios en la política estadounidense hacia Cuba debido a que el "lobby" cubano es "bastante influyente en el Congreso" y "fundamentalmente republicano".

 

Al igual que Insulza, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, no vislumbra un horizonte de cambios en la relación EE.UU.-América Latina.  AP/EFE

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