En México operan dos mil centros cambiarios irregulares donde se permite el lavado de dinero, aseguró Germán Castro Hernández, presidente de la Asociación Nacional de Centros Cambiarios y Transmisores de Dinero (ANCEC-TD).

 

“Un centro cambiario informal no identifica a su cliente, no reporta las operaciones y puede cambiar más de 10 mil dólares diarios, como se ha detectado, y hacen operaciones sin límites de divisas. Obviamente eso abre la puerta para que laven dinero”, dijo el dirigente.

 

En conferencia de prensa, el representante del sector pidió a las autoridades mexicanas enfocar sus baterías a esos centros de cambio para que los clausuren y eliminen. “Ahí sí se da el lavado de dinero”.

 

Al cierre de 2011, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) conocía la existencia de dos mil 800 centros cambiarios en la República Mexicana. Pero de esos, sólo mil 520 negocios de cambio de divisas están registrados ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), precisó Castro Hernández.

 

La realidad indica que muchos centros cambiarios no se registraron ante el órgano supervisor y siguen trabajando en zonas principalmente de la frontera norte y donde hay un alto flujo de divisas, aseguró.

 

En este momento, todos los centros cambiarios deben contar con un permiso emitido por la CNBV para la compra y venta de dólares y otras divisas, recordó.

 

Castro Hernández dijo que incluso tienen conocimiento que hay talleres de bicicletas en el país donde se ven anuncios que invitan a cambiar divisas sin comisión.

 

Los establecimientos financieros ilegales principalmente se localizan en la frontera norte como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Yucatán y Jalisco, entre otras entidades, detalló el presidente de la ANCEC-TD.

 

CAEN OPERACIONES

 

En 2010, los centros cambiarios compraban y vendían 30 mil dólares al día, pero con las restricciones de dólares en efectivo las transacciones cayeron hasta 15 mil dólares diarios, expuso.

 

“Quien no cumple no paga impuestos, no tiene la carga de costos y echa a perder un mercado donde los precios son irreales, con márgenes de utilidad entre la compra y venta bajos”, alertó Germán Castro.

 

De momento, el tramo más importante es debilitar el mercado negro donde están fuera de la norma y quienes pretenden seguir sin invertir, señaló.

 

A los empresarios les sale caro mantener un centro cambiario, ya que se pagan cerca de 60 mil pesos al año por ser supervisados por la CNBV, así como por contar con sistemas de cómputo para detectar perfiles y las operaciones ilícitas, expuso el líder de los centros cambiarios.

 

La Ley Federal de Identificación y Prevención con Recursos de Procedencia Ilícita, anunciada hace unos días por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a entrar en vigor en julio de 2013, ha reconocido que hay otros sectores de la economía como joyerías, agencias de automotrices, notarios y otros, por donde pueden triangular la entrada de recursos de procedencia ilícita.

 

Agregó que la nueva ley de lavado de dinero no les afecta, sino complementa sus operaciones que ya están reguladas en materia de blanqueo de dinero.

 

Cada año, dijo, los centros cambiarios mexicanos mueven legalmente cinco mil 500 millones de dólares en la compra y venta de divisas de diversos países.