Los discursos fueron lo de menos -fueron bastante aburridos, la verdad-, lo que entusiasmaba y sobresalía ayer en el Palacio de Minería era el ánimo de los asistentes y la espléndida respuesta a la convocatoria de Miguel Ángel Mancera para tratar de sacar adelante la tan pospuesta reforma política del Distrito Federal.
Aún no comenzaba el foro y entre chilangos y no chilangos se armaba la chorcha: Ifigenia Martínez atrapaba de un brazo a Cuauhtémoc Cárdenas y del otro a Porfirio Muñoz Ledo, y pedía aquí y allá una foto que, decía, “es histórica… los que nos fuimos del PRI”. Y ambos personajes se dejaban fotografiar sin mayor reparo, mientras el ingeniero preveía que esta vez sí sería posible sacar la reforma: “Yo creo que sí sale…”.
A unos pasos, Alejandro Encinas (ex jefe de gobierno de la ciudad) recordaba ante un Manuel Camacho (ex regente del DF) que sonreía algo incómodo, los tiempos en que Arnoldo Martínez Verdugo presentó en 1981-82, a nombre del PSUM y del PAN, la primera iniciativa para convertir al DF en el estado 32. Encinas no ve tan fácil el camino por “el rencor de los mexiquenses” que data de 1824, cuando se cercenó el Estado de México. Pero aún así adelantaba: “Yo me voy a aventar de cabeza en el tema…”.
Del otro lado del patio, Luis Castro presumía abiertamente: “¡Soy chilanguísimo… de Coyoacán!”. El presidente de Nueva Alianza recibía la tarjeta del dirigente del sindicato del DF, al tiempo que sostenía: “Debemos ser ciudadanos de primera y no de segunda”. Mencionaba además que cuando se democratizó el DF con (Ernesto) Zedillo y (Óscar) Espinosa -último regente de la ciudad- “se destapó la olla de presión y generó una canalización democrática”. Desde su perspectiva, lo que se debe evitar es que el gobierno federal sea rehén del DF y viceversa.
Más allá, protagonistas de la ciudad unos, y otros no tanto -María de los Ángeles Moreno, Federico Döring, Mariana Gómez del Campo, Jesús Zambrano, Pablo Gómez, Arturo Zamora, Joel Ayala, Javier Corral, Ana Gabriela Guevara, Armando Ríos Piter, Mario Delgado, Laura Itzel Castillo, Arely Gómez y Luis Raúl González Pérez-, saludaban a sus conocidos y buscaban acomodo entre el sillerío.
-0-
LOS QUE NO ASISTIERON.- Personajes de muy distintos ambientes, colores y sabores acompañaron al jefe de Gobierno electo del Distrito Federal. Pero también hubo ausencias notorias. Una de ellas, la de la senadora Alejandra Barrales, ex coordinadora del PRD en la Asamblea Legislativa y ex dirigente del sol azteca en el DF.
Y ya que dos ex jefes de Gobierno del DF y un ex regente estuvieron presentes (Cárdenas, Encinas y Camacho), habría sido de esperarse la presencia de Andrés Manuel López Obrador. ¿Y Rosario Robles?, ahí sí que ni mencionar su nombre, de “traidora” y “arribista” no la bajan los perredistas.
Marcelo Ebrard, por acuerdo con Mancera para dejarle todos los reflectores, envió al secretario de Gobierno, Héctor Serrano, como representante, y Enrique Peña Nieto a Jorge Carlos Ramírez Marín.
-0-
UN AMBIENTE PROPICIO.- Los coordinadores de las bancadas de PRI, PAN y PRD en el Senado -Emilio Gamboa, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa- junto con el rector de la UNAM, José Narro, acompañaban a Mancera en el presídium en este evento llamado “Rumbo a la reforma política del Distrito Federal”.
“Percibo un ambiente propicio para el diálogo y el entendimiento…”, asentaría Mancera, tras escuchar a Gamboa hablar de los “nuevos vientos que tenemos que aprovechar”, y a Cordero apuntar “voluntad” para lograr “libertad política”.
-0-
GEMAS: Obsequio del coordinador de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal: “Pueden garantizar que mañana tendremos reforma laboral”.
anayamar54@hotmail.com | @marthaanaya
Comments are closed.