(Fotos: Iván Castaneira | 24 HORAS)

 

El gobierno federal dio a conocer que la causa probable del accidente que provocó la caída del helicóptero donde falleció el ex secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora el pasado 11 de noviembre del 2011, fue la decisión inadecuada de la tripulación sobre la operación de la aeronave y el desvío de la ruta.

 

En conferencia de prensa, Dionisio Pérez-Jácome comentó que conforme al protocolo se conformaron cinco grupos para las investigaciones: operaciones y procedimientos de vuelo, medicina forense, meteorología y tránsito aéreo, aeronavegabilidad y factores humanos.

 

Al presentar el informe final del accidente, el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, resaltó que el piloto desvió la trayectoria original del vuelo en 0.84 millas náuticas, es decir, mil 550 metros, pues si se hubiera continuado con la trayectoria prevista, el accidente no hubiera ocurrido.

 

“Con toda probabilidad la aeronave encontró poca o nula visibilidad en la última parte del vuelo”, dijo López Meyer y añadió que los componentes del motor estaban instalados de manera correcta, en buen estado y no se registró evidencia de alguna fuga.

 

“Es un accidente esencialmente por una causa humana, no por falta de pericia pues eran pilotos profesionales, pero que son seres humanos que cometieron un error lamentable, con causas lamentables”, añadió.

 

López Meyer añadió que el helicóptero donde viajaba Blake Mora se estrelló a una velocidad de 103 nudos, por lo que la parte frontal de la aeronave se destruyó de manera total y que las fallas observadas en el equipamiento fueron causadas por el mismo impacto.

 

En compañía del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Dionisio Pérez-Jácome, el funcionario destacó que el piloto tomó la alternativa de otra ruta porque las condiciones meteorológicas estaban muy mal, aunque tuvieron la oportunidad de regresar, pero optaron por continuar.

 

A decir de López Meyer, no se pudo contar con testigos presenciales del percance puesto que la zona donde ocurrió está totalmente deshabitada, pero que habitantes de la región más cercana coinciden en que el lugar del siniestro sí tiene una baja visibilidad por la niebla.

 

El director general de ASA aseguró que la aeronave estaba en perfectas condiciones y que el piloto contaba con un adiestramiento que excede por mucho lo que establece la norma, estaba sano, sin rastro de enfermedad o intoxicación, pero “cometió un error desafortunado”.

 

López Meyer descartó que el accidente hubiera sido causado por algún atentado, pues no hay ninguna señal de fuego y no hay rastros de explosión en los restos de la aeronave ni en arbustos ni plantas alrededor de donde cayó.

 

No hubo ninguna afectación del vuelo con el piloto automático. No se reportó nada anormal, por lo que se concluyó que el día del accidente, la aeronave se encontraba totalmente navegable, reiteró López Meyer.

 

En tanto, Pérez-Jácome resaltó que en las indagaciones participaron instituciones de Francia, Estados Unidos y México, y que se llevaron a cabo de forma exhaustiva y transparente como lo ordenó el presidente Felipe Calderón.

 

Resaltó que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes acatará plenamente las recomendaciones del grupo investigador.

 

Se está dando la mayor de las atenciones e importancia que el caso merece se han puesto en operación diversos proyectos como el fortalecimiento de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) respecto a su capacidad operativa y de recursos.

 

También, dijo, se emitió la circular obligatoria para reforzar la capacitación y maximizar la seguridad, la puesta en marcha del programa de gestión de seguridad del Estado y la creación de la división de investigación de accidentes, apuntó.

 

En el accidente fallecieron también el subsecretario de Asuntos Jurídicos, Felipe Zamora; el director general de Comunicación Social de la Segob, José Alfredo García Medina; la secretaria técnica de la oficina de Blake, Diana Sánchez; el teniente Mayor René de León Sapien, los tenientes de la Fuerza Aérea Felipe Cortés y Pedro Ramón Escobar, así como el sargento Jorge Luis Juárez Gómez; para luego partir con rumbo a Cuernavaca. (Con información de Notimex)