La dirección del diario español El País concretó ayer los 129 despidos que había anunciado un mes atrás, mediante la entrega de las notificaciones oficiales y la firma de las cartas de despido. Entre los trabajadores liquidados se encuentran algunos de los mejores reporteros y redactores del periodismo iberoamericano actual: Ramón Lobo, José Luis Barbería, Javier Valenzuela y José Yoldi, entre otros muchos. Además, el modo en que la empresa gestionó los despidos provocó la renuncia de Enric González, tal vez el mejor cronista en lengua española, que actualmente se desempeñaba como corresponsal en Jerusalén.

 

Ninguno de ellos ha hecho público qué hará en el futuro.

 

En total, el recorte afectó a ocho mandos intermedios y de dirección, dos corresponsales, 11 jefes de sección, 14 subjefes, 13 redactores de libre disposición, 45 redactores A, 6 redactores B, 2 redactores C, 9 redactores D, un redactor de un año, 35 profesionales de Servicios Auxiliares, y 4 del área de gestión.

 

La lista completa de los recortes no se ha difundido: sólo han tenido acceso a ella los representantes de la plantilla y, evidentemente, los directivos. Los nombres confirmados de la gente despedida fueron difundidos por los propios afectados, en sus columnas, blogs o, más comúnmente, cuentas de Twitter.

 

Otros de los periodistas despedidos son Manuel Cuéllar, Santiago Carcar, Miguel Ángel Villena, Daniel Borasteros, Juanjo García del Moral, Diego Narváez, Julián Rojas, Isabel Pedrote, Julio M. Lázaro, Lourdes Lucio, Marisa Gascón, David Sánchez, Pérez Cabo, Margot Molina, José A. García Cordero, Santiago Belausteguigoitia, Elena Blanco, Juan Méndez, Miriam Lagoa, Ángeles García, Carmen Guri, Gloria Crespo y Toño Fraguas.

 

Entre los periodistas que dejan el diario hay gente que arriesgó su vida por cubrir eventos para El País —el mejor diario en castellano y un icono de la Transición Española—, corresponsales varias veces galardonados, profesores de generaciones, referencias del reporteo y lobos de mar con 20 o más años de labor.

 

Ramón Lobo es uno de ellos. Reportero de guerra, estuvo en Croacia, Serbia, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Albania, Chechenia, Irak, los Territorios Palestinos, Líbano, Argentina, Haití, Ruanda, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Sierra Leona, Uganda, Congo, Zimbabue, Namibia, Afganistán y Filipinas, entre otros. También profesor y premio Cirilo Rodríguez, anunció su despido en Twitter: “La empresa divulga la lista de los 129 despedidos. Estoy en ella. Mi perfil digital y mi trayectoria son insuficientes”. Durante la última semana, ha escrito algunas pequeñas obras de arte sobre su despido, en su blog (ramonlobo.com).

 

Javier Valenzuela, en tanto, fue director adjunto de El País, y es un entrevistador y corresponsal casi mítico. Especialista en Medio Oriente, estuvo en Líbano, Marruecos, Francia y EU. “Yo trabajaba ahí desde hace 30 años”, tuiteó.

 

José Luis Barbería fue amenazado de muerte por ETA, banda terrorista que él investigaba. Rodeado de guardaespaldas desde hace años, ahora está en el paro (despedido, como se dice en España).

 

José Txetxo Yoldi es un referente en los temas españoles, particularmente de justicia. También ha sido separado de la plantilla.

 

Miguel Ángel Villena también era un veterano del diario. En su perfil —que aún se puede ver en la web de El País— se lee: “Ha trabajado en las secciones de Internacional y de Cultura (…) y ha publicado un ensayo sobre las guerras en Yugoslavia y tres biografías”.

 

Enric González, en tanto, renunció antes de que se concretaran los despidos, como una protesta ante la intransigencia de la empresa. Fue corresponsal en Londres, París, Roma, Nueva York, Washington y Jerusalén. Amante del futbol, cubrió también el genocidio de Ruanda, la Guerra del Golfo y las pruebas nucleares en la Polinesia Francesa.