De la residencia Miguel Alemán asoma el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré. Es el primero en descender la escalinata y ocupar un lugar para escuchar el mensaje que, ante los mandatarios de Belice, Costa Rica y Honduras, leerá Felipe Calderón en unos momentos. Poiré luce cansado (durante la lectura de la Declaración sobre el Fortalecimiento de la Cooperación Contra la Delincuencia Organizada Transnacional, hará esfuerzos enormes por evitar que los ojos se le cierren).
La procuradora general de la República, Marisela Morales, pone en vilo a los acompañantes del hondureño Porfirio Lobo; de la costarricense Laura Chinchilla y del beliceño Dean Barrow, al verla descender las escaleras con unos tacones de punta de casi 10 centímetros de alto, sobre los que apenas mantiene el equilibrio. La canciller Patricia Espinosa alcanza su lugar sin mayores problemas, pero son muchas las sillas vacías. Ni siquiera hay mucha prensa, pues la “fuente” aguarda en el hangar presidencial para la gira del día. De las oficinas traen personal para rellenar un poco el lugar.
Y no, no hay un solo cambio aún en la residencia Miguel Alemán, donde habitará Enrique Peña Nieto próximamente. Actualmente en uso como oficinas -ahí se encuentra incluso el despacho presidencial-, siguen laborando tal cual. Los cambios para hacerla habitacional, nos informan, se harán a partir del 1 de diciembre. Mientras tanto, el próximo presidente y su familia dormirán en las cabañas (Calderón y los suyos ya no duermen en Los Pinos).
Los únicos cambios que vemos son en los andadores del lado del jardín. Han quitado las piedras que hacían de camino -y donde no pocos se tropezaban- y han puesto adoquín. Por lo demás, silencio, el clásico ambiente bucólico en los jardines, e incertidumbre dentro de las oficinas de no pocos trabajadores ante el cambio.
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LES ROMPIERON EL PASO.- Cuando comenzó la transición, Luis Videgaray dijo a los legisladores de su partido que les enviarían algunas propuestas de iniciativas para sacarlas de inmediato, antes de que Peña Nieto tomara posesión como presidente de la República. Apenas alcanzaron a enviar una (la de transparencia), cuando se les atravesaron en el camino las reformas preferentes enviadas por Calderón, que apenas esta semana concluirán su periplo en el Congreso.
El ritmo y el impulso que esperaban para sus iniciativas en el equipo del mexiquense, quedaron truncados. Será hasta ahora, a escasas dos semanas de la toma de posesión, que Peña Nieto presente sus iniciativas para crear la famosa Comisión Nacional Anticorrupción y la que buscará reorganizar la administración pública, con cambios particularmente en las funciones que abarcará la Secretaría de Gobernación. Pero de que les rompieron el paso previsto, se los rompieron. Y ahora van a las carreras.
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NO RECIBIMOS UNA CAJA DE CHOCOLATES.- El senador David Penchyna salió ayer a precisar que Calderón no les deja un país “maravilloso” como quiere hacernos creer con sus spots: Hablan del sexenio “y no tiene una base financiera que lo sustente”; se llenan la boca diciendo que recibimos un país con finanzas públicas sanas macroeconómicas, “pero más de 50% de la población de este país vive un proceso de pobreza extrema o tiene un proceso de desigualdad como nunca antes en la historia”. No, insistiría el hidalguense, “tampoco es cierto que estamos recibiendo una caja de chocolates”.
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GEMAS: Obsequio del senador priista Arturo Zamora: “Quienes estén a cargo de la seguridad en la siguiente administración, deberán verse menos, pero deberán sentirse mucho más”.
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