La política de “¡hay lugares, súbale!” que llevó a cabo la 4T y específicamente Morena para obtener sus triunfos electorales, ya tiene sus primera consecuencias: alcaldes y legisladores son acusados de vínculos con el crimen organizado, por lo que el partido en el poder tarde o temprano tendrá que deslindarse de esos cuadros.
Para su incorporación a las filas morenistas sólo bastó, en el mejor de los casos, mostrar que se movilizaba a mucha gente y se garantizaban votos para triunfar en ciertos distritos o municipios; y en el peor de los casos ya se menciona una capacidad económica para apoyar alguna campaña, aunque no siempre fue muy claro de dónde eran los recursos.
Ya con el triunfo y el reclamo estadounidense por el vínculo de algunos funcionarios, con el crimen organizado, tendrá que venir una purga necesaria, para garantizar que sus miembros en realidad tengan los objetivos y principios que el partido guinda registró ante el INE.
El caso de la diputada y ex alcaldesa de Rosarito Hilda Araceli Brown Figueredo se ha convertido en una piedra en el zapato y aunque ya fue señalada por el Gobierno de Estados Unidos por presuntamente tener vínculos con “La Mayiza”, una de las fracciones del Cártel de Sinaloa, su fuero la mantiene a salvo de ser procesada en México.
Como a Hilda Brown, Cuauhtémoc Blanco es un diputado cobijado por el fuero, acusado violencia sexual contra su hermana, y señalado como responsable de dañar el erario de Cuernavaca, de donde fue alcalde, y de Morelos, estado que gobernó.
El mismo Hernán Bermúdez Requena, ex secretario de Seguridad de Tabasco, acusado de tener vínculos con la Barredora, un grupo delictivo presuntamente ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación, aún pertenece al partido en el poder, aunque por el momento mantiene suspendidos sus derechos como militante.
Las alianzas con fines electorales han tenido una lógica muy similar a la alianza con los Yunes, en donde las acusaciones de corrupción y las desvinculación total de los principios morenistas, han sido reducidos a la nada, y hasta pisoteados, a tal grado que la alianza con Miguel Ángel Yunes Márquez y Miguel Ángel Yunes Linares provocó una reacción de protesta de parte de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle.
Esa “política del microbús”, de “¡hay lugares!”, no solo sumó a personajes cuestionables a Morena, sino que también relegó a los militantes que llevan toda su vida política luchando de la mano de ese partido y lo que se hace llamar la Cuarta Transformación. Si la finalidad es consolidar un proyecto y mejorar las gestiones municipales y estatales, el partido en el poder deberá ser más riguroso en la selección de candidatos y olvidar la forma en que aceptó a todo aquel que, al ver el crecimiento de la ola guinda se aferró al poder, y ofreció votos y recursos para campañas, aunque el camino haya ido en sentido contrario del morenismo.
#LoboSapiensSapiens
Adán la librará
Hasta el momento se observa que al senador Adán Augusto López no se le tocará ni con el pétalo de una investigación por sospecha de manejo de recursos de procedencia desconocida o por posible tráfico de influencias o corrupción… Pero perderá influencia en la 4T.