Las cifras oficiales de disminución de los homicidios dolosos en los últimos meses tienen razones de ser y por lo tanto merecen un mejor espacio mediático, pero durante años las propias autoridades alimentaron la lectura parcial de las cifras de inseguridad y ahora se pagan las consecuencias.
Una vez que se ha avanzado en la parte de los homicidios de fuero común, es la hora ya de meterse en serio para combatir los delitos de fuero federal que tienen que ver con las estructuras del crimen organizado. Es posible que ambos delitos no tengan vasos comunicantes, pero la lectura social reconoce el avance en la baja de la delincuencia que afecta el patrimonio de los ciudadanos.
Sin demeritar un resultado concreto, es necesario insistir en los actos de violencia vinculada al crimen organizado en zonas prácticamente francas para la delincuencia: Guerrero, Sinaloa, Guanajuato, Tabasco, Tamaulipas, Ciudad de México, Zacatecas y Michoacán, entre las más importantes, con el dato adicional de que las estrategias gubernamentales hasta ahora no han frenado la disputa territorial violenta entre cárteles, bandas y grupos delictivos.
Las operaciones diseñadas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana han tenido resultados positivos en el tema de los delitos del fuero común, pero los que tienen que ver con fuero federal y crimen organizado pertenecen a un espacio de mayor coordinación vigente, adecuado y sólido entre la SSPC y las Fuerzas Armadas.
Las presiones estadounidenses sobre los cárteles mexicanos y bandas delictivas asociadas se están convirtiendo en un detonador de mayor violencia en cuanto a ataques a las autoridades y a sus instalaciones y al atrincheramiento criminal en estructuras y zonas territoriales que le pertenecen a la soberanía del Estado.
Vienen, pues, tiempos difíciles, y peores y Estados Unidos sigue dándole de escobazos al panal del crimen organizado sin intentar una buena coordinación con las autoridades mexicanas.
Zona Zero
El cártel de las cuatro letras –CJNG– parece no estar preocupado por las presiones estadounidenses que han crecido. En sectores mexicanos locales de seguridad --a nivel estatal y municipal-- hay enorme preocupación porque ese grupo delictivo tiene armamento superior al de los policías. Hasta ahora, los pocos cuadros dirigentes de áreas del cártel de las cuatro letras no han mellado el poder criminal del grupo del Mencho. Pero es de suponer que EU prepare una mayor ofensiva porque el CJNG puede estallar violencia dentro del territorio americano.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
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