El otoño llega con sus colores característicos y temperaturas más frescas, pero también trae consigo un aumento en enfermedades respiratorias. La transición del calor del verano a los días más fríos y húmedos puede afectar nuestro sistema inmunológico, haciendo que resfriados, gripe y otras infecciones respiratorias sean más frecuentes.
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Las variaciones bruscas de temperatura, la humedad y la exposición a alérgenos crean un entorno propicio para virus y bacterias. Por ello, es fundamental tomar medidas preventivas para proteger nuestra salud y la de quienes nos rodean.
A continuación, presentamos estrategias prácticas y efectivas para cuidar tus vías respiratorias durante esta temporada, combinando recomendaciones médicas con hábitos diarios de higiene y estilo de vida.
1. Mantén una buena higiene personal
El lavado frecuente de manos sigue siendo la medida más eficaz para evitar la propagación de virus. No solo debes lavarlas con agua y jabón, sino también desinfectarlas cuando estés fuera de casa.
Al toser o estornudar, cubre tu boca y nariz con el interior del codo o un pañuelo desechable, evitando que los gérmenes se dispersen en el ambiente. Como señalan expertos del IMSS, estos hábitos simples pueden reducir significativamente la transmisión de enfermedades respiratorias.
2. Evita cambios bruscos de temperatura
Salir de un espacio cálido a la calle fría sin la protección adecuada puede debilitar tu sistema inmunológico. Abrigarse con ropa ligera en capas permite adaptarse fácilmente a los cambios de temperatura.
Además, es recomendable no usar aire acondicionado de manera excesiva, ya que reseca las vías respiratorias y facilita la entrada de virus. La prevención comienza con mantener la temperatura corporal estable y cuidar la hidratación.
3. Ventila adecuadamente los espacios cerrados
Pasar mucho tiempo en lugares cerrados puede concentrar alérgenos y virus. Abrir puertas y ventanas, aunque haga frío, permite que el aire circule y disminuye la presencia de contaminantes.
Los expertos en salud ambiental recomiendan ventilar al menos 10 minutos por día todos los espacios habitados, especialmente habitaciones y oficinas, para reducir el riesgo de contagio y mejorar la calidad del aire interior.
4. Fortalece tu sistema inmunológico con la alimentación
Consumir frutas y verduras frescas ricas en vitaminas A, C y E ayuda a reforzar las defensas naturales del cuerpo. Alimentos como cítricos, zanahorias, espinacas, brócoli y frutos secos aportan antioxidantes que protegen las células respiratorias.
Asimismo, mantener una hidratación adecuada, bebiendo suficiente agua durante el día, contribuye a mantener húmedas las vías respiratorias y facilita la eliminación de patógenos.

5. Realiza actividad física regular
El ejercicio moderado, como caminar, correr suavemente o practicar yoga, fortalece el sistema inmunológico y mejora la circulación sanguínea. Incluso 30 minutos diarios pueden reducir la incidencia de resfriados y mejorar la capacidad pulmonar.
Es importante evitar el sobreesfuerzo en climas muy fríos o húmedos y protegerse con ropa adecuada durante la actividad al aire libre.
6. Mantente al día con las vacunas
La vacunación es una herramienta fundamental para prevenir enfermedades respiratorias, especialmente la influenza. Consultar con un médico sobre las vacunas disponibles y aplicarlas en tiempo y forma reduce el riesgo de complicaciones.
En otoño, muchas autoridades de salud recomiendan la inmunización, especialmente para adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
7. Protege a los grupos más vulnerables
Niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas requieren cuidados adicionales. Evitar exponerlos a ambientes fríos, húmedos o contaminados, garantizar que reciban una dieta balanceada y asegurar acceso a atención médica temprana puede prevenir complicaciones respiratorias graves.
Además, mantener la higiene y ventilación de sus espacios reduce significativamente el riesgo de contagio.
8. Controla alergias y evita contaminantes
El otoño aumenta la presencia de polen, moho y polvo, desencadenando alergias que debilitan las defensas respiratorias.
Limpiar regularmente el hogar, evitar el humo de tabaco y mantener un entorno libre de contaminantes protege tus vías respiratorias y reduce la aparición de síntomas molestos, como tos, estornudos o congestión nasal.
9. Consulta a un médico ante síntomas persistentes
Si presentas tos prolongada, fiebre, dificultad para respirar o malestar general, acude a un profesional de la salud. Un diagnóstico oportuno permite iniciar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones mayores.
La atención temprana es clave para mantener la salud respiratoria durante el otoño.

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Además, mantener la atención médica oportuna y seguir las recomendaciones de expertos garantiza que disfrutes de esta temporada de manera segura y saludable. Con prevención y cuidado, tu sistema respiratorio puede mantenerse fuerte durante todo el otoño.