Más de un centenar de personas resultaron heridas en Lima durante una masiva protesta que estalló frente al Congreso de Perú contra el nuevo gobierno del presidente interino José Jerí, quien asumió el cargo tras la destitución exprés de Dina Boluarte el 10 de octubre. La movilización, encabezada por colectivos juveniles y sectores del transporte y la cultura, derivó en violentos enfrentamientos con la Policía Nacional.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 30 años agrupados en la llamada Generación Z, marcharon por el centro histórico de Lima para denunciar el deterioro de la seguridad pública y el descrédito político. “No hay un plan de seguridad desde el Estado”, declaró a la AFP Amanda Meza, trabajadora independiente de 49 años, en medio de gritos de “ni un muerto más”.
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Intentaron derribar vallas metálicas del Congreso en Lima
Al caer la noche, los participantes intentaron derribar las vallas metálicas del Congreso y la policía respondió con gases lacrimógenos y bastones. Imágenes difundidas por Canal N y El Comercio mostraron a agentes heridos y fuego en las calles. El Ministerio del Interior confirmó que “al menos 55 policías y 20 civiles” resultaron lesionados.
La Defensoría del Pueblo reportó 10 detenidos y más de un centenar de heridos atendidos en hospitales de la capital, mientras Jerí denunció la infiltración de “delincuentes para generar caos”. “Todo el peso de la ley para ellos”, advirtió en su cuenta de X.
El mandatario, de 38 años, prometió entregar el poder en julio de 2026, tras las elecciones generales previstas para el próximo año. Sin embargo, su figura también es cuestionada por una denuncia archivada de presunta violación sexual en 2024, lo que motivó protestas feministas paralelas con la consigna “Jerí violador”.
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Con los nuevos choques, el número total de heridos en un mes de protestas asciende a 149, reflejo de un descontento que trasciende a los gobiernos y expone la fragilidad política de un país que ha tenido siete presidentes en una década.