De acuerdo con el titular de la Fiscalía General de Michoacán (FGE), Carlos Torres Piña, el asesinato del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez sería porque era presionado por “cárteles” para subir el precio del fruto.
“Él señaló que lo querían obligar a elevar el precio del limón porque había estado muy bajo. Durante la temporada de lluvias, el precio del limón en esta zona, baja. A él lo estaban obligando a que subiera el precio del limón como si el mercado dependiera de él”, dijo en entrevista radiofónica.
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Explicó que esta información surgió luego de que las investigaciones arrojaron que Bravo presuntamente se habría reunido con algunos líderes criminales, entre ellos, “Los Blancos de Troya”.
El pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio por el crimen de Bravo Manríquez.
“Debemos detener esta sesión para hablar de una tragedia que ha sacudido a los trabajadores, a las familias, y a todos los michoacanos. Han asesinado al empresario y líder citricultor Bernardo Bravo Manríquez, a quien le fue retirada la escolta y la seguridad que le habían asignado”, dijo el diputado del blanquiazul, José Manuel Hinojosa Pérez.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, negó los señalamientos en redes y confirmó que el líder limonero Bernardo Bravo sí contaba con escoltas del estado.
Indicó que los custodios asignados rindieron declaraciones ante la Fiscalía General del estado (FGE).
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El titular del Ejecutivo confirmó que el empresario limonero salió de Morelia con protección el pasado domingo y se dirigió a Apatzingán.
“En Apatzingán, por algún motivo, hace un cambio de vehículo, donde ya no se hace acompañar de la custodia. Entonces, estamos investigando eso”, aclaró.