SAN JUAN. Héctor “Macho” Camacho se debatía el miércoles entre la vida y la muerte, luego de recibir un disparo en la cara a bordo de un automóvil, y sus familiares sopesaban la posibilidad de desconectar al ex púgil de un sistema de respiración asistida.
Los médicos en el la clínica de traumatología Centro Médico en San Juan dijeron por la tarde que habían detectado una actividad cerebral intermitente en el púgil, dijo el doctor Ernesto Torres, director del centro.
“No podemos declarar muerte cerebral”, dijo. “Vamos a pedir al pueblo de Puerto Rico que siga orando”.
Torres dijo que los médicos iban a realizar pruebas adicionales el jueves, pero advirtió que el pronóstico sigue siendo grave.
“Los cambios han sido más negativos que positivos”, dijo, y añadió que Camacho no tenía suficiente sangre circulando por su cerebro.
Los médicos habían informado originalmente que Camacho estaba en condición crítica pero estable, y confiaron en que sobreviviera luego de ser baleado el martes por la noche en Bayamón, la ciudad donde nació. Pero su estado empeoró durante la noche, y su corazón dejó de latir en forma momentánea, confirmó el doctor Ernesto Torres, director del Centro Médico, una clínica de traumatología en San Juan.
Camacho, de 50 años, se encontraba frente a un bar, en un Ford Mustang aparcado y junto a un amigo de la niñez, cuando recibió el disparo en la cara.
El amigo, identificado como Adrián Mojica Moreno, de 49 años, falleció durante el tiroteo. La policía informó que dos atacantes huyeron en una camioneta, pero no se han realizado arrestos y las autoridades no han dado a conocer el posible móvil de la agresión. (Con información de AP)