El presidente Felipe Calderón presentó al Congreso un proyecto de decreto con el propósito de cambiar el nombre oficial del país, que de llamarse Estados Unidos Mexicanos quedaría simplemente en México.

 

El primer mandatario señaló que el Constituyente de 1824 decidió nombrar a nuestro país: Estados Unidos Mexicanos teniendo como paradigma a los Estados Unidos de América, que en esos momentos eran el ejemplo de democracia y libertad a seguir por las nacientes repúblicas del continente.

 

“El nombre que actualmente ostenta nuestro país obedeció a la coyuntura histórica que en su momento así lo determinó, fue producto de una circunstancia que no existe más. México no necesita un nombre que emule a otro país y que ninguno de nosotros los mexicanos usa cotidianamente”.

 

Calderon Hinojosa confía en que el constituyente permanente, integrado por ambas cámaras y las legislaturas de los estados, analizará y discutirá esta iniciativa de reforma para que de manera oficial nuestro país se llame México.

 

Comentó que el nombre actual en cuanto a la organización política y administrativa ha cumplido sobradamente su objetivo.

 

“La palabra México nos remite a nuestras raíces indígenas, a los antiguos mexicas que orgullosamente se reconocían con ese nombre único y tanto el Códice Mendocino como el Códice Ramírez, ambos del siglo XVI, se referían ya a México como el lugar de los mexicanos”.