La ciudad de Nueva York pondrá fin mañana sábado a las medidas de racionamiento de gasolina que se impusieron a comienzos de mes por los problemas de abastecimiento de combustible tras el paso del huracán “Sandy” por la Gran Manzana.
“El sistema ayudó a resolver el problema de las largas filas y ahora que pase el Viernes Negro (como se conoce en Estados Unidos el día después de Acción de Gracias) se suspenderá a partir de mañana a primera hora”, dijo hoy el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
En un comunicado de prensa, la oficina del ayuntamiento destacó que en la actualidad el 85 por ciento de las estaciones de servicio de la ciudad ya están operativas, a diferencia del 25 por ciento de gasolineras que estaban abiertas hace dos semanas.
Bloomberg impuso el racionamiento el pasado 9 de noviembre y decidió extenderlo hasta después de la festividad de Acción de Gracias ante el previsible aumento de la demanda en uno de los fines de semana de mayores desplazamientos por las carreteras.
La medida sin precedentes llevó a que durante dos semanas los neoyorquinos solo pudieran repostar el depósito de gasolina en días pares o impares dependiendo del último número de la matrícula de sus vehículos.
Para evitar las largas filas de coches en las gasolineras en los días posteriores al paso de “Sandy”, también se había impuesto una medida similar en Long Island y el vecino estado de Nueva Jersey, pero en ambos casos ya habían sido suspendidas.
El racionamiento de gasolina se anunció después de que la lenta mejora del suministro, tras los problemas causados por el huracán “Sandy”, se frustrara con la avería de un oleoducto que abastece de combustible a la región.
Un fallo parcial en una estación del oleoducto Buckeye empeoró los problemas de suministro porque provee con cerca de 4,5 millones de galones (17 millones de litros) de combustible al día a la ciudad de Nueva York y la zona de Long Island.