La construcción del edificio sede del Instituto de Medicina Genómica (Inmegen), inaugurado el jueves pasado, presenta inconsistencias que incluyen un sobrecosto de alrededor de 800 millones de pesos y sanciones a pendientes a funcionarios que a la fecha no han sido solventadas, según reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el informe de la Cuenta Pública 2010, esta dependencia informó que el costo de la obra se elevó 62%, al pasar de mil 190 millones de pesos a mil 931 millones que se requerirían para finalizar la construcción del edificio que alberga ya de manera permanente al Inmegen, el undécimo instituto nacional del país fundado en 2004.
En su revisión al ejercicio de 2010, la ASF reporta que 13.9 millones de pesos no fueron justificados y además se registró un subejercicio de 5.4 millones de pesos.
Si bien el trabajo de investigación del instituto arrojó desde 2009 sus primeros avances en el estudio del genoma del mexicano, los procesos administrativos iniciados en contra de funcionarios por faltas relacionadas con la construcción de su sede permanente -en la zona de hospitales, al sur de la Ciudad de México- están pendientes de resolver.
El informe Estado que guarda la solventación de observaciones y acciones promovidas a las entidades fiscalizadas, con corte al 30 de septiembre de este año, indica que los procesos administrativos para sancionar a los funcionarios públicos que admitieron errores en 16 contratos, licitaciones y adjudicaciones directas no han sido resueltas por las autoridades de la institución.
El monto de dichos contratos suma más de 168 millones de pesos -equivalentes al presupuesto otorgado para equipar un hospital de alta especialidad en Isla Mujeres y concluir los trabajos de la segunda etapa del hospital “Jesús Kumate Rodríguez, en Cancún, Quintana Roo-.
De acuerdo con el documento de la ASF, los funcionarios encargados de la construcción del instituto permitieron que las empresas trabajaran sin pagar la fianza para garantizar el cumplimiento del contrato, y en ocho de ellos se incrementó 25% el monto de las obras, sin que se notificara a la Secretaría de la Función Pública para su autorización.
La empresa RL Construcciones, encargada de las instalaciones hidrosanitarias y contra incendios y cuyo contrato sumó 14 millones de pesos, tuvo deficiencias o defectos en las pruebas de funcionamiento y de inspección física, pero no presentó opciones para resolver dichas fallas.
También se le dio una adjudicación directa a un profesionista independiente para la instalación de los elevadores, sin considerar que la obra no tenía los avances suficientes para hacerlo y tampoco contaba con electricidad. La ASF notificó que el monto del contrato -que no se especifica en el documento- rebasó los topes para una adjudicación directa y debió invitarse por lo menos a tres personas más.
Fonatur Constructora, que depende del gobierno federal, fue contratada en 2009 por 113 millones de pesos para la reparación de la construcción que ya se había iniciado tres años antes y que presentaba serios problemas, pero también incumplió en los contratos de trabajo, no pagó su fianza de cumplimiento e incluso no cubrió el pago de Seguridad Social de sus trabajadores.
Esta empresa ya había registrado problemas con anterioridad. El año pasado, la misma ASF informó de irregularidades por 50 millones de pesos en la construcción del Archivo General de la Nación -que también construye-; y falló en la entrega de unidades deportivas en las zonas marginadas de Ciudad Juárez, en Chihuahua.
Ni Gerardo Jiménez Sánchez, ex director del Inmegen, o Xavier Soberón, actual titular del organismo, aplicaron sanciones al personal que permitió estas irregularidades, a pesar de las observaciones realizadas por la Auditoría desde que inicio la construcción del edificio sede.
HISTORIA DE CONFLICTOS
El jueves 22 de noviembre, el presidente Felipe Calderón inauguró el edificio que alberga al Inmegen. Durante su discurso, reconoció el trabajo de los investigadores de la institución en el estudio del genoma del mexicano y que colocó a México en el décimo país con un mapa de su población.
Además de esta investigación -la primera en su tipo en América Latina-, el instituto ha realizado cursos, diplomados y convenios para realizar más investigación en el tema de genómica con universidades, quienes cedieron espacios mientras estaba listo su edificio sede.
Sin embargo, la construcción empezó con el pie izquierdo: en 2005 se autorizó la obra, pero la ASF determinó que el proyecto “Creación del Instituto Nacional de Medicina” se modificó durante los siguientes cinco años, lo que atrasó la construcción e incrementó el costo 800 millones de pesos más.
En 2006, la Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal solicitó 30 acciones para mitigar el impacto ambiental que tendría la obra de casi 12 mil metros cuadrados, que hasta diciembre de 2010 no se habían realizado.
Tres años después, Mario Campuzano, director de Administración del Inmegen, fue sancionado con 2.8 millones de pesos e inhabilitado por 10 años por favorecer a la Constructora y Realizadora Mexicana.
Ese mismo año se inhabilitó por 15 años al encargado de la obra, Orso Núñez Ruiz, por irregularidades relativas a la construcción del edificio.
En 2010, el encargado de la obra fue cambiado en tres ocasiones, lo que provocó un atraso de tres meses en la construcción, además de que en 2008 se suspendió la obra, precisamente por las irregularidades que la Auditoría había detectado.
EL DATO
El Inmegen fue fundado en 2004, como resultado del trabajo efectuado desde 2001 por el Consorcio Promotor del Instituto de Medicina Genómica, integrado por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de la Secretaría de Salud, y la Fundación Mexicana para la Salud.
Los investigadores realizan investigaciones en el campo de las enfermedades cardiovasculares, infecciosas, metabólicas y autoinmunes, así como las cuestiones éticas del uso de la genética.
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