MADRID. La 18 Conferencia de Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático inició hoy en Doha, Qatar, con un llamado a redoblar esfuerzos para “dar una respuesta urgente” al fenómeno mediante programas concretos y su financiamiento.

 

En el evento en el Centro Nacional de Convenciones de Qatar, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Christiana Figueres, dijo que en esta cita marca el cierre del primer periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto y poner en marcha su continuación.

 

La Conferencia, que se realizará hasta el próximo 7 de diciembre, reúne a 17 mil personas de 195 países y partes, representantes de la sociedad civil, organizaciones ambientalistas, organismos multilaterales, académicos y medios de comunicación.

 

En su mensaje en el acto inaugural, la diplomática costarricense indicó que se espera se complete la aplicación efectiva de programas contra el cambio climático, el apoyo técnico y financiero a países en vías de desarrollo y abordar las cuestiones pendientes en esta materia.

 

Asimismo, recalcó que de esta conferencia debe salir el marco futuro de actuación, que debe garantizar la equidad y responder a lo que marca la ciencia.

 

Indicó que el trabajo realizado este año permite tener documentos avanzados, “no definitivos, pero sí lo suficientemente maduros” para que las delegaciones se centren en encontrar los puntos en común, que permitan avances en un proceso “abierto, transparente y sin exclusiones”.

 

Por su parte, el presidente de la COP 18, Abdullah Bin Hamad Al-Attiyah, manifestó que “el cambio climático es un desafío para la humanidad”, y que la Conferencia es “una oportunidad de oro y hay que hacer el mejor uso de ella”.

 

Recordó que el resultado de estas negociaciones sobre cambio climático están “en la vanguardia del discurso y del debate mundial”.

 

“Los siete mil millones de personas que viven en el planeta comparten un desafío único: el cambio climático”, aseveró.

 

“Por eso nos reunimos en un marco internacionales y a altos niveles oficiales. Si no hacemos los cambios que necesitamos ahora, pronto será demasiado tarde. Debemos decidir si nuestro estilo de vida pone en peligro nuestra vida”, abundó.