Al menos dos personas fueron asesinadas afuera de una iglesia, mientras el reverendo afroestadunidense Corey Brooks despedía a los feligreses tras presidir el funeral de un hombre de 32 años, baleado la semana pasada en un edificio.

 

El religioso presidía el funeral de un miembro de una pandilla que fue baleado la semana pasada, en un vecindario cercano. El tiroteo se registró afuera de la iglesia St. Columbanus, en el sur de la ciudad.

 

"Creo que hay gente que ha recibido un disparo. Por favor, oren", escribió el religioso en un mensaje de teléfono celular desde el interior de la iglesia, donde se protegía con unos 500 feligreses, de acuerdo con televisoras locales.

 

El pastor, quien justo hace un año pasó semanas acampando en una azotea y realizó una caminata de Nueva York a Los Ángeles para recolectar recursos para construir un centro de ayuda comunitaria en su vecindario, vivió un nuevo episiodio de violencia.

 

De acuerdo con informes del Departamento de Bomberos, las dos personas heridas de bala fueron trasladadas en estado crítico a un hospital cercano.

 

Brooks, de la iglesia New Beginnings, pasó tres meses en 2011 en una tienda de campaña, para recabar recursos para comprar y demoler un edificio, y en su lugar construir un centro de atención familiar que ayudara a disminuir la violencia en los vecindarios afroamericanos de Woodlawn y Englewood.

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