RAMALA. Los restos del histórico líder palestino Yaser Arafat han sido exhumados hoy para que un equipo de expertos suizos y franceses pueda determinar las causas de su muerte ante la posibilidad de que fuera envenenado.

 

El cuerpo fue desenterrado a primera hora de la mañana del mausoleo emplazado en la sede de la gobernación de Ramala, la Mukata, y los investigadores europeos han podido extraer muestras del mismo, dijeron fuentes oficiales palestinas.

 

“Las muestras han sido entregadas a los expertos”, manifestó Taufik Tiraui, presidente de la comisión creada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para investigar las razones de la muerte de Arafat en 2004.

 

El sepulcro de Arafat fue abierto para que médicos musulmanes palestinos retiraran muestras de los restos óseos, según declaró una fuente oficial, que negó informaciones que apuntaban a que el cuerpo había sido trasladado en una bolsa a una mezquita cercana en la sede de la gobernación de Ramala.

 

La fuente precisó que las muestras fueron tomadas en el mismo lugar de enterramiento y Tiraui confirmó que el ataúd que contenía los restos de Arafat iba a ser nuevamente sepultado tras una ceremonia con honores prevista para el mediodía.

 

Además de exhumar el cadáver, los investigadores franceses recuperarán ropa del difunto e interrogarán a las personas que trabajaron y estuvieron en contacto con Arafat entre el 1 de enero y el 28 de octubre de 2004, entre ellas sus médicos.

 

Entre las sospechas de posible envenenamiento del líder se cree que los servicios secretos israelíes pudieron estar detrás y que tuvieron que contar con la colaboración de un palestino del círculo más allegado a Arafat que le suministrara el veneno.

 

Arafat falleció en un hospital militar cerca de París el 11 de noviembre de 2004 después de varias semanas de agonía en Ramala, donde llevaba cerca de tres años cercado por Israel.

 

El por aquel entonces primer ministro israelí, Ariel Sharón, le acusó de haber alentado la segunda Intifada (levantamiento) y lo declaró “irrelevante” como socio para la paz en 2001.

 

El rápido deterioro de la salud de Arafat y las acusaciones en ese sentido por su médico de cabecera de toda la vida, el jordano Ashraf Al Kurdi, alentaron todo tipo de teorías conspiratorias sobre un posible envenenamiento, que se vieron reforzadas por el descubrimiento del polonio por el Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza).

 

En el hospital militar de Percy donde falleció no se le habían realizado pruebas de metales pesado, por lo que nunca se supo si éstos tuvieran alguna relación con su fallecimiento.