Hubo un ausente en los discursos de Miguel Ángel Mancera al asumir la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, el PRD. Aunque abundaron sus militantes entre los invitados a la Asamblea Legislativa y el Auditorio Nacional, y sus alrededores, no hubo mención alguna al partido que lo postuló y que representaron los cinco personajes que han regido esta ciudad desde 1997.
En ambos recintos Mancera se asumió como un ciudadano, no como militante de un partido, y convocó, una y otra vez a los habitantes, a participar, ya sea en la definición de políticas, ya en su evaluación.
El abogado hizo dos discursos largos, ambos con breves menciones históricas y referencias a personajes de la vida política y cultural de la capital, como Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska y Benito Juárez. En ambos se refirió a los programas de gobierno que pondrá en marcha pero en las dos ocasiones el contenido se centró en su vínculo con los ciudadanos.
“Me he comprometido a trabajar a favor de ustedes, me he comprometido a atender sus necesidades, a desarrollar y ocuparme de manera inmediata de los problemas de transporte, de combate a la pobreza, de vialidades, de lo referente a las mujeres, a las jefas de familia, al campo, a los pueblos indígenas, a los jóvenes, a los niños, a las niñas, a las clases trabajadoras, las minorías, las personas con discapacidad”.
En consonancia con la designación del gabinete, donde son mayoría quienes no están afiliados a ningún partido —11 de 20—el nuevo gobernante insistió en que estará cerca de los habitantes de la ciudad. “Ya lo he dicho antes, el jefe de Gobierno no puede solo, requiere la participación de todos los que habitan esta ciudad, por eso trabajaré con cercanía, escucharé los problemas”.
Una y otra vez hilvanó frases en las que invitaba a los ciudadanos a no estar ajenos de la tarea de gobierno porque, sostuvo, son “la fuerza real, el impulso, la esencia de la ciudad de México”, este trabajo conjunto, aseguró, será una “revolución pacífica”.
Otro tema común en las dos intervenciones fue la disposición para trabajar en coordinación con otros gobiernos estatales y el federal. Las administraciones del DF han tenido una historia de confrontación y poca o nula colaboración con sus pares, desde los constantes choques entre Andrés Manuel López Obrador y Vicente Fox, hasta la negativa de Marcelo Ebrard a reconocer a Felipe Calderón, con quien sólo tuvo un acto público en seis años, a semanas de que concluyeran las administraciones de los dos.
“He convocado a mis compañeros gobernadores a trabajar juntos, a expresarnos con una sola voz en la defensa de nuestros territorios, de nuestra gente y por supuesto también a sumarnos al esfuerzo de unidad y colaboración por el bien de nuestro país sin distinción de filiaciones políticas”.
En la Asamblea Legislativa anunció un programa de seguridad, Escudo, que será sometido a la evaluación de los habitantes y está diseñado para contribuir a “la estrategia nacional y territorial de combate a la prevención del delito convocada por el gobierno federal”. Ciudadanía y cooperación, dos palabras que no fueron muy usadas por sus antecesores.
Líneas de trabajo
El jefe de Gobierno entrante delineó una serie de políticas, muchas de aplicación inmediata, para alcanzar mayor protección social y una economía más dinámica en la ciudad
• Una ciudad incluyente, en donde los niños, las niñas, los jóvenes, las mujeres, las jefas de familia, los adultos mayores, las personas con discapacidad y las minorías, cuenten con un marco jurídico sólido que promueva la tolerancia
• Se trata de fomentar un estado igualitario, que ofrezca servicios de salud universales, que impulse nuevos modelos educativos, con una especial atención en la promoción del deporte y en la búsqueda de contar con escuelas de tiempo completo
• Implementación del programa Internet para todos buscará articular la ciudad mediante el uso de una infraestructura de banda ancha permitiendo contar con el mayor número de espacios de acceso gratuito en toda la capital
• Programa de centros de convivencia cultural dirigido principalmente a niños y niñas, jóvenes y adultos, adultos mayores, en zonas de alta marginación
• Instalación de 7 mil cámaras de videovigilancia en puntos estratégicos de la ciudad, principalmente unidades habitacionales
• Creación, a la brevedad, del Programa alimentario que promoverá la agricultura familiar y de pequeña escala que se complemente con políticas sociales para abatir el problema del hambre en zonas marginadas y la creación de un gran banco de alimentos