WASHINGTON. El presidente Barack Obama buscará el lunes apoyo público para elevar los impuestos a los estadounidenses que más ganan, un día después de que se reuniera a solas por primera vez con el líder de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, para buscar formas de evitar el “precipicio fiscal”.
Ninguno de los dos reveló detalles del encuentro del fin de semana en la Casa Blanca. Pero a sólo tres semanas de que entren en vigor aumentos generalizados a los impuestos y recortes al gasto, el simple hecho de que se reunieran fue visto como un avance.
Las negociaciones se siguen enfocando en si se deben subir las tasas impositivas para el 2% que más gana en el país. Se espera que el lunes, Obama, en discursos de estilo proselitista ante empleados de una automotriz en Michigan, diga que no firmará un acuerdo que no incluya más impuestos a los más acaudalados.
Y aunque los republicanos se han opuesto a esa medida durante mucho tiempo, algunos legisladores conservadores están sugiriendo al Partido Republicano ceder en los impuestos para ganar concesiones del presidente en reformas al gasto social.
Los líderes empresariales, cansados de que las discusiones partidistas en Washington estén provocando incertidumbre, están enfatizando la necesidad de lograr un acuerdo antes de que finalice el año.
“Las millones de personas que trabajan para nosotros, sus vidas están cambiando constantemente. Y es increíblemente determinante lograr esto ahora”, dijo Jeffrey Immelt, director ejecutivo de GE y jefe del consejo asesor presidencial en competitividad.
El lunes, Immelt dijo a la cadena CBS que “todos saben que necesitamos ingresos” porque los recortes al gasto por sí solos no resolverán el problema.
El senador republicano Bob Corker dijo el domingo a la cadena Fox que si los republicanos aceptaran elevar los impuestos a los más ricos, entonces “el enfoque cambiaría hacia el gasto social y posiblemente nos coloque en un lugar donde en realidad podamos hacer algo que salve al país”.