Juliana López Aguirre, novia del narcotraficante Harold Poveda, El Conejo, quien se encontraba presa en el penal de Neza Bordo, Estado de México, fue absuelta de los delitos de narcotráfico y delincuencia organizada que le había fincado la Procuraduría General de la República (PGR).
La libertad de la colombiana se logró luego de que un Tribunal Unitario ratificara la sentencia de absolución del juez Décimo Octavo de Distrito en materia penal del Distrito Federal, Fernando Córdova.
La sudamericana es dueña de la casa ubicada en el Desierto de los Leones de esta ciudad, donde el 16 de octubre de 2008 se llevó a cabo un operativo de la Policía Federal, en el cual habían sido detenida una célula de colombianos y mexicanos ligada a los Beltrán Leyva.
Las detenciones y el cateo estuvieron a cargo del entonces comisario de la Policía Federal, Gerardo Garay Cadena. Los agentes hallaron e incautaron animales, joyas y al menos 530 mil dólares.
Poco más de dos meses después, el 22 de diciembre de 2008, López Aguirre, junto con otros cinco detenidos, logró que un juez federal ordenara su liberación y deportación a Colombia.
Sin embargo, el 4 de noviembre de 2010 fue nuevamente detenida, acusada de narcotráfico y delincuencia organizada, junto con su novio Harold Poveda, cuando se encontraban en un puesto de comida, instalado sobre la carretera al Ajusco.
Junto con ellos también fue detenido Alejandro Martínez López, identificado como responsable del lavado de dinero para dicho cártel.
Tras su aprehensión, se le internó en el penal Neza Bordo, donde permaneció hasta hace unos días, ya que con el falló del Tribunal Unitario -que es inapelable- fue enviada a su país.
Poveda, quien fue extraditado a los Estados Unidos el pasado 17 de febrero, por acusaciones en las Cortes de Texas y de Nueva York, estaba identificado como uno de los principales enlaces de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, a quien, de acuerdo con investigaciones, le entregaba 20 toneladas de cocaína.