El líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero aseguró que la iniciativa de reforma educativa recoge gran parte del trabajo que impulsaron los gobiernos panistas en los últimos 12 años. La reforma, subrayó, es el resultado del diálogo, del acuerdo y del consenso de todas las fuerzas políticas.

 

El panista comentó que estas iniciativas animan mucho porque son las primeras muestras del Pacto por México, que no es un listado de buenas intenciones, sino que se traduce en iniciativas que próximamente se lograrán.

 

Comentó que al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que creó Vicente Fox en 2002, y a la Alianza por la Calidad de la Educación, que firmó el presidente Felipe Calderón, gracias al acuerdo hoy se les da una autonomía constitucional.

 

Recordó que un gran logro del PAN fue la medición de la educación: se trata de un reconocimiento al esfuerzo magisterial, ya que si algún maestro sale bien evaluado, se reconocerá su esfuerzo con bonos y si no se le apoyará para su desarrollo profesional. Con esta reforma el objetivo es que la calidad de los mentores se refleje en el aprendizaje de los alumnos.

 

El dirigente panista resaltó que otro avance que tuvo su partido en el tema educativo fueron las escuelas de tiempo completo, que se espera que en este sexenio lleguen a 40 mil en todo el país.

 

Para Acción Nacional, dijo, estas acciones representan la consolidación de las propuestas que en su momento realizaron los gobiernos de Fox y Calderón.

 

Madero espera que con este pacto el control de la educación regrese a manos del gobierno federal, a fin de garantizar el desarrollo educativo del país. En este sentido, dijo que su partido continuará actuando como “fuerza modernizadora” en el gobierno y fuera de él.

 

El albiazul, señaló, es un partido que tiene la misma agenda cuando está en el poder que cuando es oposición: no es un partido convenenciero y actuará siempre por el bien de los mexicanos.

 

Incluso, rechazó que su partido sea el comodín del PRI, ya que la única preocupación es que México tenga un verdadero desarrollo. Muchos de los rezagos que se han venido arrastrando en el país se generaron por prácticas muy perversas en el tema educativo y por eso “estamos apoyando tener un Estado democrático fuerte para que tenga el control y la rectoría de estos procesos tan importantes como es el de la educación, pero lo que no vamos a permitir es que se vuelva un Estado autoritario”.