Inició con un modesto restaurante en Polanco, que en poco tiempo logró colocarse en la preferencia de la gente a la que le gusta la comida japonesa, ahora cuenta ya con 3 sucursales y todas tienen mucho éxito y, a pesar de lo grande o moderno que puede ser el local que elija, si algo no pierde es su sabor.

 

Empezar con un edamame para después comer un yakimeshi y probar el rico rib eye con jengibre es un completo deleite, además, todo acompañado con sake.

 

El lugar vale mucho la pena.