El tiroteo ocurrido este viernes en una escuela de Connecticut, en donde murieron 27 personas, entre ellas 20 niños de entre cinco y 10 años revivió el debate acerca del control de armas en Estados Unidos.
Las tres armas que fueron encontradas junto a Adam Lanza, el autor de la masacre, eran propiedad de su madre a la que asesinó antes de acudir a la escuela primaria de Sandy Hook. Todas ellas estaban registradas y su adquisición había sido completamente legal.
Uno de los primeros en pronunciarse al respecto fue el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien consideró el hecho “una llamada de atención” para lanzar una “acción enérgica” contra las armas de fuego.
Cuomo señaló, en un comunicado que esta tragedia es otro “acto horrible y sin sentido causado por las armas”.
“Debemos, como sociedad, unirnos y de una vez por todas tomar medidas duras contra las armas, que se llevan las vidas de demasiados ciudadanos inocentes”, añadió el gobernador, quien en este estado lleva tiempo pidiendo más control en la venta de armas de fuego.
Por su parte, el grupo “Alcaldes contra las Armas Ilegales”, puso de relieve la urgente necesidad de que se frene el tráfico de armas ilegales.
“Escuchamos al presidente Barack Obama expresar sus condolencias a las familias en Newtown, Connecticut. Pero, lo que el país necesita de él es un proyecto de ley que arregle este problema”, señaló en un comunicado de prensa el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que copreside el grupo junto con su homólogo de Boston, Thomas M. Menino.
“Hacer llamados a acciones no es suficiente. Necesitamos acción inmediata. Hemos escuchado esa retórica antes. Lo que no hemos visto es liderazgo ni de la Casa Blanca ni del Congreso. Eso debe terminar hoy”, afirmó Bloomberg, quien recordó en el comunicado que 34 estadounidenses mueren cada día por disparos de armas de fuego.
Durante la tarde del viernes, un grupo de personas se manifestaron afuera de la Casa Blanca para pedir al presidente Barack Obama, controles a la posesión de armas.
Derecho constitucional
La Segunda Enmienda de la Constitución consagra el derecho de los estadounidenses a la tenencia de armas y el Tribunal Supremo siempre ha fallado a favor frente a los intentos de algunos estados y ciudades por limitarlo.
Ello contribuye a que Estados Unidos sea el país del mundo con más civiles en posesión de armas, con entre 270 y 300 millones en manos privadas, según las Naciones Unidas, una cifra que la Asociación Nacional del Rifle eleva a más de 300 millones.
En cuanto al debate político, el presidente de EU, Barack Obama, mantuvo durante su primer mandato un notable silencio sobre esta cuestión, y en septiembre de 2008, antes de ganar la Presidencia por vez primera, prometió a los ciudadanos: “No voy a quitarles las armas”.
De hecho, el presidente demócrata firmó en 2009 una ley que amplió el derecho para poseer armas en los parques nacionales.
Este viernes, el presidente emitió un mensaje ante la tragedia y entre lágrimas lamentó la masacre ocurrida en Connecticut e incluso afirmó: “nuestros corazones están rotos”.
El mandatario también se pronunció por la adopción de “medidas serias”, aunque no precisó cuáles, para impedir la repetición de este tipo de tragedias.
Un 73 % de los estadounidenses se mostraba a finales de 2011 en contra de que se prohibiera la posesión de armas de fuego en el país a los ciudadanos que no sean miembros de la policía o tengan una autorización especial, según una encuesta de Gallup.
El estudio también destacó que el 26 % favorable a prohibir la posesión de armas marcó un récord mínimo en 2011, puesto que veinte años atrás la opinión favorable a la prohibición era del 41 %.
Con información de Agencias