Cada año se roban alrededor de 600 máquinas pesadas –unas dos por día-, entre equipo de construcción y para uso agrícola, como retroexcavadoras, revolvedoras, trilladoras y tractores. Algunas de estas unidades pesan hasta 50 toneladas, su valor asciende de los 80 mil a los 100 mil dólares y este delito va al alza.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Maquinaria (AMDM) revelan que en muchos casos las aseguradoras prefieren pagar y abandonar la maquinaria, después de haber sido recuperada, pues temen por su seguridad, ya que muchas son hurtadas por el crimen organizado.
De acuerdo con datos de la asociación, los estados donde más se registra este delito son el Distrito Federal, el Estado de México y Morelos, y el equipo más hurtado es la retroexcavadora.
“Aunque pareciera que robarse maquinaria de construcción es una tarea casi imposible, por sus dimensiones, restricciones en su circulación y traslado por la red carretera nacional, este es uno de los delitos que de algunos años a la fecha ha ido cobrando proporciones alarmantes, generando pérdidas millonarias en las empresas constructoras, distribuidoras y arrendadoras de maquinaria”, denunció Pamela Jaramillo, asesora de la AMDM.
“Cómo es posible que la delincuencia pueda cometer el robo de maquinaria pesada, la cual es visible en todo momento, difícil de transportar y complicada su comercialización”, se quejó.
Informes de la CMIC indican que un alto porcentaje de robo de máquinas se registra en el Distrito Federal, Estado de México y Morelos, mismas que han sido halladas, vendidas o rentadas, en Veracruz, Tabasco, Puebla y Chiapas.
De igual forma, tractores para uso agrícola hurtados en diversos estados del centro del país han sido localizados en Guanajuato, Jalisco, Sinaloa y Sonora.
El modus operandi de los ladrones de equipo pesado es por células organizadas: una roba los equipos, otra se ocupa de la transportación y una más crea una empresa fantasma para rentar o vender las máquinas.
Fernando Arnabar, director de Protección Empresarial y experto investigador de delitos contra transportistas, advirtió que debido a que no existe un censo de unidades pesadas a nivel nacional, ni por parte de dependencias federales, ni estatales, ni en las compañías aseguradoras, los ladrones de equipo de alto tonelaje actúan con toda impunidad.
“Es sabido que 50% de estos delitos no se denuncian por diversos motivos. Algo difícil de comprender es el hecho de que en el robo de esta clase de maquinaria no existan ni a nivel oficial ni a nivel privado una información exacta de esta clase de ilícitos, por lo cual se dificulta sobremanera la localización y recuperación del equipo robado.
“Las compañías de seguros, las cuales pagan millones de pesos por esta clase de pérdidas, la información de estos siniestros no los tienen catalogados ni analizados como robo de vehículos, ni siquiera tienen un listado consecutivo de estos robos, además de no proporcionar la información a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, ni existe una retroalimentación entre las mismas aseguradoras”, expresó.
Para combatir el robo de maquinaria mayor, dijo Jaramillo, se requiere una mayor coordinación entre empresas afectadas, policías y compañías aseguradoras, para contar con un banco de datos y perseguir este delito.