A excepción de Michoacán, el corredor de violencia de los primeros días del presidente Enrique Peña Nieto se asemeja al de su antecesor Felipe Calderón. Al igual que en diciembre de 2006, Sinaloa y Chihuahua presentaban los mismos escenarios: ejecuciones, ataques, feminicidios y decapitados.

 

En los últimos días, incluso, en estas entidades se ha recrudecido la violencia por la disputa que mantienen grupos de Joaquín El Chapo Guzmán y los Beltrán Leyva, en Sinaloa, y Chapos contra sicarios de La Línea, del Cártel de Juárez, en Chihuahua.

 

Y a diferencia de hace seis años, actualmente Coahuila es el estado con más muertes en lo que va del sexenio, con 42 en 15 días. En esta entidad la violencia se recrudeció durante la última semana de la administración de Calderón y representa el principal foco rojo del gobierno de Peña.

 

Si bien en los municipios que forman parte de la región de La Laguna ya había ejecuciones -dos diarias en promedio-, en el sexenio de Calderón las jornadas violentas alcanzaron 10 homicidios por día.

 

También, el 15 de diciembre de 2006, la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) anunciaba la posibilidad de un megaoperativo de seguridad en Sinaloa. En ese entonces, revelaba que la violencia había dejado 567 homicidios violentos y que, por su geografía, esa entidad tenía problemas “serios de violencia vinculada con el narcotráfico”.

 

Territorio de El Chapo

 

Justo el sábado pasado, la violencia se recrudeció en Sinaloa, en cuya sierra fueron dejados seis hombres decapitados.

 

El martes de la semana pasada apareció decapitado el ex director de la Policía Estatal Preventiva y de la Ministerial de Sinaloa, Alfredo Mejía Pérez, quien había sido señalado en 2008, durante la administración del ex gobernador de esa entidad, Jesús Padilla, de recibir 130 mil pesos mensuales, para brindarle protección a la organización de los Beltrán Leyva.

 

Mejía Pérez fue plagiado en la víspera, en su domicilio, ubicado en la zona norte de Culiacán. Su cadáver apareció en la comunidad de El Limón de los Ramos.

 

Fue mando policiaco en las administraciones de los ex gobernadores Juan Sigfrido Millán y Jesús Aguilar Padilla.

 

Chihuahua es otra entidad que forma parte del corredor de violencia, donde en 2006 ocurrían ejecuciones de empresarios, de integrantes de los cárteles y se registraban feminicidios. Tan sólo antier, aparecieron en esa entidad los cadáveres de cuatro mujeres.

 

Además, la violencia de esta primera quincena del nuevo sexenio tocó el pasado sábado a Zacatecas, en el municipio de Genaro Codina, cuando se registró un enfrentamiento entre policías federales y presuntos narcotraficantes, el cual dejó un saldo de ocho presuntos delincuentes muertos.

 

Mientras que en Torreón, Coahuila, ese mismo día incendiaron por tercera ocasión una gasolinera y ejecutaron a un hombre.

 

Finalmente, la estela de violencia llegó a Saltillo, donde comandos asaltaron dos comercios y provocaron miedo y temor a empresarios de esa zona.

 

Otro hecho ligado con este tipo de violencia fue el asesinato del ex candidato del partido de la Revolución Democrática a la presidencia municipal de Ciudad Valles, Rafael Piña de Luna, el cual se registró también el sábado en San Luis Potosí.