Los corchos de champagne ya no están saliendo propulsados de sus botellas como antaño.
En los primeros nueve meses del año, las exportaciones de la bebida burbujeante francesa cayeron 5% a medida que la recesión en gran parte de Europa golpeó el bolsillo de los consumidores y las ventas de champagne.
Los productores esperan que su consumo se intensifique a finales de año, la temporada de mayor venta de esta bebida, pero las festividades de fin de año no serán suficientes para elevar las ventas totales contra las del año pasado, de acuerdo con la industria.
La desaceleración muestra la estrecha vinculación que existe entre la fortuna del champagne y la salud económica de Europa, y aún más cercana es su correlación con la confianza del consumidor francés, que representa cerca de la mitad de las ventas totales de este vino espumoso.
Como el desempleo está aumentando y la economía está creciendo escasamente, las familias francesas no están de ánimo como para gastar o festejar.
“En 2011, Francia aún no había entrado en crisis, pero ahora, la crisis es real”, dijo Marc Sibard, propietario de Les Caves Auge, una de las vinaterías más antiguas de París. “El champagne es una bebida festiva, y este año no hay mucho porque celebrar”.
Los embarques enviados al resto de Francia desde la región de Champagne -ubicada al este de París, y el único lugar cuyos vinateros tienen permitido usar el nombre de champagne en sus espumosos- cayeron 6.3% en los primeros nueve meses de 2012.
Los embarques a otras partes de la Unión Europea cayeron 10.4%, de acuerdo con CIVC, la organización industrial de champagne.
Las grandes empresas que comercializan bienes de lujo han empezado a experimentar un menor crecimiento tras los problemas de la zona del euro y de la economía global.
Para muchos proveedores de artículos de lujo, los consumidores asiáticos han ayudado a compensar la caída en sus ventas, pero Asia sigue siendo un mercado incipiente para el champagne: el año pasado representó únicamente 5% de las ventas totales.
“El champagne sigue siendo muy europeo y Asia aún no compensa la caída en sus ventas”, dijo Christine Ropert, analista de la correduría francesa Gilbert Dupont.
Este año ha resultado ser todo un desafío para los productores de champagne. A la cosecha irregular de 2011 le siguieron dos ondas gélidas y después una primavera y un verano lluviosos, lo que hizo que los hongos y otras plagas se diseminaran y destruyeran cerca de 30% de las vides en 2012.
Este retroceso no afectará los suministros de champagne a corto plazo. A diferencia de otros vinos, diferentes cosechas de Champagne se mezclan cada año, una costumbre que asegura la continuidad del sabor y el suministro.
Además, la industria del champagne cuenta con amplias reservas estratégicas. Más de mil millones de botellas -el equivalente a tres años de consumo- están añejándose tranquilamente en cavas de Champagne.
Por otra parte, la mala cosecha también benefició a los productores de champagne, ya que les ayudó a subir sus precios.
Durante años, los fabricantes de champagne los han tratado de aumentar en un intento por fortalecer su imagen de artículo de lujo.
Este año elevaron sus precios 5% en promedio hasta finales de septiembre, conduciendo así a un aumento de 1.2% en sus ingresos totales, dijo Nathalie Costa, vocera de los fabricantes y cooperativas independientes de champagne.
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