La pequeña localidad de Newtown (Connecticut), que hace dos semanas sufrió una de las peores masacres de la historia de EU, pidió hoy que cesen las donaciones y los regalos que la gente está enviando en muestra de apoyo.

 

La ciudad se ha visto obligada a pedir que paren las donaciones ante la imposibilidad de manejar todo lo que recibe, y ha propuesto que esa generosidad se derive hacia otros colectivos con necesidades.

 

Entre las donaciones y los regalos que han llegado a la ciudad se encuentran miles de juguetes, un embarque de pastelillos desde una panadería gourmet de Beverly Hills, perros consoladores por parte de la Caridad de la Iglesia Luteriana, etcétera. El sábado pasado el fondo oficial para donaciones, United Way of Western Connecticut, dijo que tenía 2.6 millones de dólares.

 

La ciudad ha recibido apoyo de todo el mundo después de que el joven Adam Lanza, de 20 años, abriera fuego en esa escuela primaria, y matara a tiros a 20 niños, seis empleados de la escuela y a su madre, antes de quitarse la vida.