YANGON. Un suéter de lana tejido a mano por la premio Nobel birmana Aung San Suu Kyi fue subastado en 49 mil dólares en Mianmar.
Una radiodifusora local ganó la guerra de pujas por la prenda la noche del jueves en una subasta efectuada por la Liga Nacional para la Democracia, partido opositor que abandera Suu Kyi, que fue parte de un concierto para recaudar fondos para la educación de niños pobres en el país. Las ofertas comenzaron en 6 mil dólares.
La nueva propietaria del suéter orgullosa dijo que vale el precio que pagó por la prensa. “Es invaluable porque el suéter lo hizo mi propia ‘Amay”’, dijo Daw Nan Mauk Lao Sai, presidenta de la radiodifusora Shwe FM, e indicó que lo colgará en la oficina para que todo el personal lo vea.
Suu Kyi, de 67 años, tejió el suéter —de colores rojo, verde y azul con cuello en V— hace casi 30 años cuando vivía en Inglaterra y criaba a sus dos hijos, reveló su asesor Ko Ni. “Lo hizo cuando estaba ocupada trabajando, estudiando y criando a sus hijos”.
Ni agregó que “ella desea enviar el mensaje de que la gente no debe estar ociosa sino ser diligente”.
Suu Kyi, ex presa política y ganadora del premio Nobel de la Paz en 1991, es la mayor celebridad de Mianmar (Birmania) en momentos en que el país se encuentra en un proceso de transición tras medio siglo de gobierno militar.
La activista, graduada en Oxford, criaba a dos hijos pequeños junto con su esposo británico cuando regresó a Mianmar, en 1988, para atender a su madre, que estaba muriendo. Como hija del general Aung San, héroe de la independencia del país, asesinado en 1947 cuando ella tenía apenas 2 años, Suu Kyi se vio inmersa en la vanguardia de las protestas contra el régimen militar para exigir democracia.
Durante las siguientes dos décadas, se convirtió en la prisionera política más famosa del mundo y se granjeó el amor de su pueblo, que la llama “Amay Suu” (“Madre Suu”), en parte porque decidió quedarse en el país a pesar de que sus hijos estaban en Inglaterra. Rechazó las oportunidades de salir de Mianmar ante el temor de que no le permitieran el reingreso.
Desde que fue puesta en libertad de su arresto domiciliario en 2010, Suu Kyi se reunió con sus hijos y completó una sorprendente trayectoria en la que pasó de ser ama de casa a presa política, y después líder opositora en el Parlamento. (AP)