-¡Qué duro!-, soltaba la ex senadora Socorro Díaz. -La gente quiere sangre-, corroboraba el último regente priista de la ciudad de México, Óscar Espinosa Villarreal. -Amenazar con la cárcel, ¡ni Andrés (Manuel López Obrador)!-, apuntaba José Agustín Ortiz Pinchetti, secretario para el Fortalecimiento de Ideas y Valores Morales de Morena.

 

Eran estas las primeras reacciones a la ovación que se desató en el Centro de Convenciones de Villahermosa, cuando Arturo Núñez Jiménez elevó la voz en su discurso de toma de posesión como gobernador constitucional de Tabasco, y advirtió: “No encubriré a nadie haciéndome cómplice de quien haya hecho privados en su beneficio los recursos públicos de los tabasqueños. A ésos no les espera el disfrute de rentas mal habidas: les espera todo el peso de la ley”.

 

Nadie extrañaba en la ceremonia al gobernador priista saliente, Andrés Granier Melo, pero en ese momento los pensamientos convergieron en él y no pocos bromearon: “Ya debe estar en Miami…”. Pero su figura no era la única que parecía estar bajo la mira del nuevo gobierno impulsado por la coalición PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Otros apostaban que varias cabezas del gobierno anterior caerían.

 

Y más, al ver que el representante del Enrique Peña Nieto en esta ceremonia: el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, aplaudía a su vez la advertencia del nuevo gobernante tabasqueño (y amigo suyo entrañable), único en el estrado, que se sumaba a la ovación de aquel auditorio a rebosar, lo que a agudos lectores de mensajes cifrados llevó a pensar que la decisión de Núñez contaba con el aval del Presidente de la República.

 

-0-

 

“ME SAQUÉ LA RIFA DEL TIGRE”.- Diego Fernández de Cevallos, figura de figuras del panismo, no compartía el entusiasmo de los agraviados por el saqueo en el gobierno de Granier ante el anuncio de Núñez de ir tras ellos: “Esas cosas no se anuncian, se llevan a cabo y ya”, comentaba el ex candidato presidencial con otro gran personaje, éste de izquierda, creador del PRD y también ex candidato a la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

 

La razón de su comentario, sostenía el Jefe Diego, estaba en el peligro que corría la persona del propio Arturo Núñez ante la advertencia que acababa de soltar en pleno discurso inaugural. “Qué tal que alguien se adelanta para cuidar sus intereses”, apuntaba.

 

Fue entonces que los ojos de los presentes se volvieron a mirar a Audomaro Martínez, recién nombrado secretario de Seguridad Pública del estado. Pero este hombre que se hizo cargo de la seguridad de Andrés Manuel López Obrador en sus dos campañas por la Presidencia de la República, tampoco la veía fácil: “¡Me saqué la rifa del tigre!”, diría.

 

-0-

 

OVACIÓN PARA AMLO.- La segunda gran ovación, con el auditorio puesto en pie, se la llevó López Obrador. Pero lo mejor para quien aquello atestiguábamos, fue la expresión de asombro de Chuayffet cuando esto aconteció.

 

El Peje no estuvo presente en la asunción de Núñez (aunque sus tres hijos mayores sí asistieron: José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso), pero cuando el nuevo gobernador mencionó su nombre agradeciendo y compartiendo su triunfo con él, la gente se levantó de sus asientos y aplaudió con ganas al tabasqueño que, por cierto, se encontraba cerca de ahí, en su ranchito, ese que se llama “La chingada”.

 

-0-

 

GEMAS: Obsequio del nuevo gobernador de Tabasco, Arturo Núñez: “El único estilo personal de gobernar es el de las instituciones”.

 

anayamar54@hotmail.com | @marthaanaya

 

Mantente informado de las noticias más relevantes en México y a nivel internacional en tiempo real. Información de política, Gobierno, Mundo, economía, negocios, deportes, espectáculos y más.