La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, salió del hospital Presbiteriano de Nueva York, en donde estaba ingresada desde el domingo pasado luego de que se le detectara un coágulo sanguíneo alojado en una vena entre el cráneo y el cerebro.
Clinton ingresó al nosocomio por una trombosis, y pasó allí el inicio de año, atendida con anticoagulantes.
El vocero de la funcionaria, Phillipe Reines, dijo que los médicos le dijeron a Clinton que su salud mejoró en todos los aspectos y que expresaron confianza en que se recuperará totalmente.
Reines agregó que Clinton está muy agradecida por la atención que recibió en el hospital Presbiteriano de Nueva York y que desea reanudar pronto sus actividades normales.
No se ha fijado fecha para que Clinton regrese a su oficina en el Departamento de Estado, en Washington.
Clinton fue hospitalizada el domingo en el Hospital Presbiteriano para ser atendida por una trombosis resultante de una conmoción cerebral que sufrió a inicios de diciembre. Estando en su casa y con una infección estomacal, Clinton se desmayó —debido a deshidratación— y se golpeó en la cabeza, dijo un portavoz.
Sus doctores dijeron el lunes que no había daño neurológico y que esperan que se recupere totalmente.
Rodhman Clinton, de 65 años, no había sido vista públicamente desde el 7 de diciembre, pero el miércoles ella fue fotografiada subiendo a una camioneta negra con su marido Bill, su hija Chelsea y un contingente de seguridad. (AP y EFE)