De acuerdo a su Informe de Labores 2011, la Secretaría de la Función Pública (SPF) está reprobada en el combate a la corrupción, la transparencia y la rendición de cuentas de la actual administración federal.

 

El mismo informe da cuenta de que el Sistema para la Evaluación de Resultados de los Órganos de Vigilancia y Control, en el que se califica el trabajo y cumplimiento de los objetivos de la secretaría que encabeza Salvador Vega Casillas, a través de los más de 200 Órganos Internos de Control y de los poco más de 34 delegados, subdelegados y comisarios públicos, muestra escasos avances en el combate a la corrupción en el gobierno federal.

 

En la información disponible a la fecha y a la que se tiene acceso en la propia página web de la SFP, la calificación final en el año 2010 es de 4.1, en un parámetro en el que cero es la más baja y 10 la nota más alta y así señala el Indicador de Asuntos Relevantes de Corrupción en las instituciones del gobierno federal.

 

No obstante, los pobres resultados en el combate a la corrupción, estos dos mecanismos de control y vigilancia de la SFP generaron gastos millonarios. En el caso de los Órganos Internos de Control, la realización de auditorías a la Administración Pública Federal en 2010 representó un costo de más de 4 mil100 millones de pesos.

 

Mientras que el trabajo de delegados, subdelegados y comisarios públicos de la misma dependencia que presentaron 2 mil 042 recomendaciones entre septiembre de 2010 y agosto de 2011 a entidades y dependencia de la administración federal, tuvieron un costo de más de 136 millones de pesos, sólo por lo que corresponde al año pasado.

 

Además de la calificación reprobatoria que ha obtenido a través de sus propios mecanismos, la Secretaría de la Función Pública recibió malas noticias a través del Índice de Percepción de la Corrupción 2011 que presentó recientemente Transparencia Internacional, misma que colocó a México como uno de los países más corruptos del planeta, al obtener una calificación de 3.0 en una escala en la cual cero indica mayor corrupción y 10 una menor corrupción.

 

México descendió dos lugares a nivel mundial, pasó del puesto 98 al 100 de un total de 183 países, no obstante que en 2001, nuestro país tenía una calificación de 3.7 en este índice que mide la corrupción en el sector público y que se hace en base a preguntas relacionadas con el soborno a funcionarios públicos, pagos irregulares en las contrataciones públicas y malversación de fondos del erario.

 

Por coincidencia con el tema de la corrupción y los retrocesos en su combate en México, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por un punto de acuerdo por el que se exhorta al presidente Felipe Calderón a separar de su cargo al secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, para el desahogo de las averiguaciones previas y los procedimientos administrativos que involucran a su esposa Gladis López Blanco, quien fungió hasta 2008 como subprocuradora de Verificación de la Procuraduría Federal del Consumidor, en una red de extorsionadores a empresarios gasolineros.

 

A la fecha, hay un expediente -número AP/PGR/UEIDT/SPM28- que involucra a la esposa del secretario de la Función Pública y acredita la vigencia del caso en la Procuraduría General de la República.

 

Hasta ahora, el exhorto que han hecho los diputados al presidente Calderón para que separe de su cargo a Salvador Vega Casillas no ha tenido respuesta, sin embargo, hay que recordar que en octubre pasado este diario presentó información, con base en un documento de inteligencia, en el que se da cuenta de las sospechas de corrupción y dudosos manejos financieros de la pareja Vega Casillas-López Blanco.