La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su pesar por la desaparición de Santiago Álvarez Figueroa, sacerdote de la diócesis de Zamora,  Michoacán.

 

La desaparición se dio desde el 27 de diciembre. Al prelado se le vio por última vez  en la comunidad de Jacona, municipio de Jiquilpan.

 

La Comisión Episcopal de Pastoral de la Comunicación (Cepcom) de la CEM lamentó que a casi dos semanas de la desaparición de Álvarez, no se tengan noticias aún de su paradero o de su situación.

 

“Con profunda tristeza, con clara impotencia, pero con viva fe y esperanza les comunicamos que un hogar más” de la diócesis de Zamora “se ha visto probado por el sufrimiento, la angustia y la incertidumbre: se trata de la familia Álvarez Figueroa, que busca incansablemente a Santiago, uno de sus hijos, que desapareció la noche del 27 de diciembre que acaba de pasar” señaló el clérigo Antonio Camacho Muñoz, secretario ejecutivo de la Cepcom.

 

Agregó que el sacerdote es un joven y ejemplar que recibió la ordenación sacerdotal apenas el 16 de diciembre de 2011, en una celebración que tuvo lugar en su propio pueblito de origen, Paredones, del municipio de Jiquilpan.

 

La Diócesis de Zamora exigió la aparición con vida de Álvarez. “¡Por amor de Dios, devuelvan sano un hijo a su madre; un hermano a sus hermanos; un sacerdote a la comunidad; un promotor vocacional a los adolescentes y jóvenes!, se lee en una carta firmada por el Obispo y vicepresidente de la CEM, Javier Navarro; el Obispo Auxiliar Jaime Calderón, vicarios y párrocos de la diócesis.