TORONTO. La reunión prevista para hoy entre el primer ministro canadiense, Stephen Harper, y líderes indígenas del país está en duda pocas horas antes de su inicio ante la oposición de grupos aborígenes de todo el país a la forma en que el Gobierno ha programado el encuentro.
La líder de la protesta indígena, la jefa tribal Theresa Spence, que hoy cumplió 31 días en huelga de hambre en las cercanías del Parlamento canadiense, declaró que no atenderá la reunión porque a la misma no asistirá el Gobernador General del país, David Johnston.
“Desde el principio declaré que la reunión debería realizarse con el primer ministro y el Gobernador General. Es importante que ambos estén ahí al mismo tiempo con todos los líderes, no sólo un grupo de líderes”, dijo Spence durante una rueda de prensa.
Harper, que en un principio ignoró las protestas, pero se vio forzado a aceptar la reunión con los líderes indígenas, ha dejado fuera de la reunión de trabajo a Johnston que sólo mantendrá una “cena ceremonial” con los jefes tribales en la noche de hoy.
Otros jefes tribales se han sumado a las demandas de Spence.
Hoy, la cadena de televisión pública canadiense, CBC, dijo que los Jefes de Ontario, la organización que agrupa las tribus de la principal provincia del país, han demandado que Harper y Johnston acudan de forma inmediata al hotel de Ottawa en el que están reunidos.
De lo contrario, advirtieron, a partir del 16 de enero bloquearan las principales carreteras y vías férreas de Ontario, el corazón industrial del país.
La protesta llamado “Se acabo el hacer nada”, se originó en diciembre ante su negativa a la aprobación de una ley que cambiaría sus derechos sobre la tierra. A partir de que Spence se puso en huelga de hambre, más líderes aborígenes de han unido y han sumado otras demandas sobre todo por mejores condiciones de vida.
Con información de EFE