El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, planea presentar en los próximos meses una reforma migratoria contenida en una sola ley que abrirá una vía a la ciudadanía para la mayoría de inmigrantes ilegales, informa hoy The New York Times.
Altos funcionarios de la Casa Blanca y un grupo de senadores de ambos partidos han estado trabajando, por separado, en sendas propuestas de ley para impulsar una reforma migratoria que resuelva la situación de los 11 millones de indocumentados en el país, según el rotativo, que cita fuentes oficiales.
Obama y los demócratas del Senado se opondrán a cualquier medida que no permita a aquellos inmigrantes que consigan un estatus legal convertirse eventualmente en ciudadanos estadounidenses, de acuerdo con las fuentes.
Además, el mandatario propondrá los cambios en una sola ley integral, oponiéndose a la propuesta de varios legisladores republicanos, como el senador Marco Rubio, que piden dividir la legislación en partes más pequeñas que aborden por separado temas como los jóvenes indocumentados o los inmigrantes cualificados.
Obama prevé anunciar las líneas maestras de su plan en las próximas semanas, quizás en su discurso anual sobre el “Estado de la Unión” ante el Congreso el 12 de febrero, indicó el diario.
El presidente argumentará que su plan para los inmigrantes indocumentados no es una amnistía, porque incluiría multas, el pago de impuestos pendientes y otros obstáculos para los inmigrantes ilegales que obtendrían estatus legal.
Su plan también impondrá el requisito de verificar, a nivel nacional, el estatus legal de todos los nuevos contratados, probablemente a través de programas similares a E-Verify que ya aplican muchos estados.
Asimismo, ampliará el número de visados que pueden otorgarse para permitir que los inmigrantes altamente cualificados puedan permanecer en el país, y creará un programa de trabajadores visitantes que atraiga a empleados que acepten bajos salarios, según el rotativo.
Obama ha reiterado que abordará el problema de inmigración en el primer año de su segundo mandato, y el importante respaldo que logró de los hispanos en las elecciones de noviembre pasado ha dado prioridad a esa cuestión en la Casa Blanca.
Por otra parte, un grupo de senadores de ambos partidos se ha reunido para redactar un proyecto de ley integral que podría presentarse en marzo y ser votado en la Cámara alta antes de agosto, señaló el Times.
“Esto es tan importante ahora para ambos partidos que ni el abismo fiscal ni la cuestión de las armas se interpondrán en el camino”, dijo al diario el senador demócrata Charles Schumer.
El grupo está liderado por Schumer y el senador republicano Lindsey Graham, y en él han participado los demócratas Dick Durbin y Bob Menéndez, el excandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos John McCain, y sus compañeros de partido Jeff Flake y Mike Lee.
El senador republicano Marco Rubio, de origen cubano, ha asistido al menos a un encuentro del grupo, y por su parte está preparando un proyecto de ley para regularizar la situación de ciertos jóvenes indocumentados, los conocidos como “dreamers”.
Rubio aboga por llevar a cabo la reforma en pequeñas piezas de legislación, y no en una sola, pero está dispuesto a ser flexible, según afirmó al diario.
La propuesta de Rubio prevé que los indocumentados logren un estatus legal temporal para poder quedarse en el país y trabajar, pero después deberían someterse al sistema ya existente si quieren convertirse en residentes permanentes, sin abrir un camino especial a la ciudadanía.