PARÍS. Miles de personas marcharon hoy en la capital de Francia con el objetivo de presionar al gobierno francés para que dé marcha atrás con la aprobación del matrimonio y adopción homosexual, propuesta que llegará al parlamento a finales de enero.
Los manifestantes comenzaron su recorrido desde tres puntos de la capital para terminar en la explanada del Campo Marte, a los pies de la Torre Eiffel.
El grupo “Manif pour tous”, que convocó a la protesta, distribuyó carteles con la leyenda “lo normal es un papá y una mamá”, argumentaron no ser homófobos sino luchar porque la unión homosexual no se considere matrimonio, porque no se extienda el título a personas del mismo sexo y porque su proyecto sea sometido a votación.
Para el portavoz del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales Inter-LGBT, Nicolas Gougain, con ese tipo de mensajes los organizadores están jugando con “el miedo a lo ajeno”, y pese a las pretensiones de los convocantes, la homofobia implícita es inequívoca.
“Quienes se manifiestan hoy, en parte lo hacen por la inquietud sobre las consecuencias de ese proyecto de ley, pero son temores infundados, porque no tiene intención de cambiar los derechos de las familias heterosexuales, sino reconocer los de las homosexuales”, indicó.
En esa misma línea se expresa el vicepresidente de SOS Homophobie, Michael Bouvard, para quien “cualquier lucha cuyo objetivo persiga excluir a las personas de un derecho es discriminación” y explicó que el proyecto de ley es un buen principio para seguir luchando por el derecho de los homosexuales a acceder a la reproducción asistida o la custodia compartidas entre los dos cónyuges.
El proyecto de reforma que formó parte de las promesas electorales de presidente François Hollande, fue presentado en noviembre por el Ejecutivo, y desde entonces la derecha y diferentes confesiones religiosas mostraron su oposición.
La ministra de Justicia, Christiane Taubira, indicó esta semana que fuera cual fuera la amplitud de la manifestación, el texto se iba a mantener, porque cuando un cambio “es justo” hay que tener la valentía de llevarlo a cabo.
Está por ver entonces qué pasará cuando llegue a la Asamblea Nacional y el Senado, donde los socialistas carecen por sí solos de la mayoría suficiente para sacarlo adelante. Sin embargo una encuesta difundia hoy por “Le Nouvel Observateur”, señala que el 56% de los franceses está a favor del matrimonio homosexual, aunque la mitad se opone a que puedan adoptar niños.