Siete de cada diez personas encuestadas esta semana piensan que la situación económica durante este 2013 estará peor que la del 2012.
Y es que con los Reyes Magos también llegó el primer gasolinazo del año.
Los mexicanos reconocen que diciembre les dejó deudas y que, aunque la mayoría tiene con qué pagar, el alza de precios de enero fue un gancho al hígado para sus bolsillos.
El anuncio de la Secretaría de Hacienda de que el aumento de precio en las gasolinas continuará mes con mes, cayó como bomba: 5 de cada 10 encuestados dijeron que esta medida fue un duro golpe para su economía familiar.
Esto no es lo más grave, sino que 90% piensa que lo peor está por venir y que el incremento en los productos básicos seguirá el resto del año.
El gobierno de Enrique Peña Nieto debe tratar con mucho cuidado los temas que tienen que ver con la economía de los mexicanos, porque ya vimos que el optimismo que se percibía con su llegada, en un instante se puede convertir en desánimo que ya difícilmente se cambiaría con mensajes televisivos de corte motivacional o con argumentos macroeconómicos.
Es un hecho que cuando se meten con el bolsillo de la gente no hay defensa mediática que valga.