Tras la designación de Ardelio Vargas Fosado como nuevo titular del Instituto Nacional Migración (INM), el padre Alejandro Solalinde, destacó que la señal que envía el gobierno federal con este nombramiento es muy clara porque quieren que dicho instituto refuerce su aspecto en temas de seguridad al nombrar a un ex policía.
En entrevista con Ricardo Rocha para Grupo Radiofórmula, el fundador del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, afirmó que el nombramiento es una nueva subordinación a Estados Unidos.
“Un policía que tiene que ver con todo, porque él participa en Atenco, participó en la represión del 2006 en Oaxaca, también es una persona que está recomendada por derechos humanos de Puebla contra campesinos y contra indígenas, pero curiosamente también ha tenido que ver con episodios en donde se ha agredido de alguna manera a sacerdotes”.
El sacerdote consideró la designación como lamentable y una pésima señal.
“Yo creo que es una pésima señal, yo no sé por qué lo pusieron pero además de esta línea de seguridad hay otra que preocupa, si se refuerza la línea de seguridad que es el vínculo con la delincuencia organizada, prácticamente se está poniendo el camino para que se refuerce ésta línea que es la más delicada”.
El Premio Nacional de Derechos Humanos 2012 consideró que “se ve claro que la política que dejó Felipe Calderón no va a cambiar en nada en la de Peña Nieto”.
Con información de Grupo Radiofórmula