NUEVA YORK. El Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga a un agente previamente involucrado con el programa “Rápido y Furioso” por supuestamente haber vendido a título personal armas a cárteles de la droga en México, señaló hoy The Wall Street Journal (WSJ).

 

Entre las víctimas de las armas que el agente George Gillett adscrito aún a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) es sospechoso de vender a criminales se encuentra la reina de belleza de Sinaloa, María Susana Flores Gámez, acribillada en noviembre pasado.

 

De ser ciertas, indicó la nota publicada hoy por el diario, las acusaciones serían un duro golpe para la agencia que está destinada a jugar un papel destacado en los esfuerzos del gobierno federal por regular las armas en Estados Unidos.

 

El presunto negocio de Gillett salió a la luz cuando las autoridades mexicanas solicitaron a la ATF investigar el origen de las armas encontradas en la escena del enfrentamiento entre militares y supuestos sicarios de un cártel de la droga, en que Flores Gámez perdió la vida.

 

La investigación es encabezada por el inspector general del Departamento de Justicia, uno de cuyos órganos es la ATF, de acuerdo con una carta enviada al senador Chuck Grassley y que el WSJ asegura haber visto.

 

Una de las armas encontradas en la escena del crimen fue adquirida en Estados Unidos por el propio Gillett, de acuerdo con la misiva.

 

El agente era el segundo al mando de la oficina de la ATF en la ciudad de Phoenix, y aunque fue suspendido de su puesto el mes pasado tras el escándalo de “Rápido y Furioso” aún es empleado de la ATF, de acuerdo con el diario.