El juez Edgard Altamirano, Noveno de Distrito Penal de Juicio en Nicaragua, dictó pena máxima -30 años de prisión- para los 18 mexicanos, quienes fueron declarados culpables por los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y transporte internacional de droga, en diciembre pasado.

 

De acuerdo a la condena leída el día en hoy por el juez Altamirano, la sumatoria de las penas de los delitos es de 35 años de cárcel. Sin embargo, en el país centroamericano la pena máxima es de 30 años.

 

El dictamen del juez estableció que por el delito de crimen organizado, los mexicanos fueron condenados a 8 años de prisión, por transporte internacional de drogas dictó 20 años y por lavado de dinero 7 años. La pena se cumplirá de forma sucesiva y culminará el 24 de agosto del 2042.

 

Asimismo, el juez Edgar Altamirano también impuso multas de un mil días y decomiso de las seis camionetas tipo Van con logotipos de Televisa en las que la caravana liderada por Raquel Alatorre se transportaba, y los 9.2 millones de dólares que fueron distribuidos por el mandato presidencial mucho antes de que culminara el proceso judicial.

 

De acuerdo al diario La Prensa de Nicaragua, previo a la lectura de sentencia Raquel Alatorre, identificada como líder del grupo, entró llorando a la sala. Luego de tomar asiento, ocultó su rostro a los medios, tras las espaldas de sus compañeros.

 

Entre los asistentes a la audiencia de hoy se encontró el cónsul mexicano Germán Munguía y la abogada representante de Televisa, Orietta Benavides.

 

Oficiales de seguridad del Complejo Judicial Central de Managua y agentes de la Policía Nacional revisaron las normas de seguridad en todo el edifico antes de iniciar la audiencia. Fueron 47 medios nacionales, y 27 medios extranjeros los que se registraron.

 

Los 18 mexicanos fueron detenidos en agosto pasado cuando se movilizaban en seis van con emblemas y documentación de Televisa, ocultando 9.2 millones de dólares. Para “acreditar” que eran empleados de la televisora, presentaron cartas supuestamente firmadas por el vicepresidente de información de Televisa Amador Narcia, las cuales iban dirigidas a autoridades centroamericanas informando que el grupo era un equipo periodístico.