ARGEL. Fuerzas especiales argelinas irrumpieron el sábado en un complejo de gas natural a la mitad del Desierto del Sahara para terminar un impase con extremistas islámicos que dejó al menos 23 rehenes muertos y a todos los 32 milicianos involucrados, dijo el gobierno argelino.
No aclara si alguien fue rescatado en la operación final, pero la cifra de rehenes muertos el sábado —siete— es la que los milicianos habían dicho esa mañana que aún tenían en su poder. El gobierno señaló que las cifras eran provisionales y que no se han contabilizado algunos extranjeros.
El asedio a la planta procesadora de gas de Ain Amenas, operada conjuntamente por la británica BP, la noruega Statoil y la petrolera estatal argelina, causó conmoción en el mundo. Un grupo de islamistas se apoderó del complejo, donde había cientos de trabajadores de numerosos países.
La milicia tomó a los trabajadores como rehenes, mientras los militares argelinos rodeaban el complejo y los helicópteros de ataque sobrevolaban la zona durante cuatro días tensos, en los que surgieron reportes de combates y fugas.
En un par de ocasiones, las fuerzas militares argelinas asaltaron las dos zonas donde eran retenidos los rehenes, con mínimos esfuerzos aparentes de mediación, una el jueves y otra el sábado.
Sonatrach, la empresa petrolera estatal que manejaba la instalación junto con la británica BP y la noruega Statoil, informó que los milicianos habían colocado explosivos en toda la refinería. Añadió que había comenzado el proceso de retirar las bombas. Ello sugiere que los atacantes tenían intenciones de volar la instalación, una de las mayores en este país rico en petróleo y gas.