DAVOS, Suiza .— Mientras los directores generales de muchas compañías importantes del mundo se dirigen en tropel hacia el nevado centro vacacional suizo de Davos, parecen llevar una carga grande: no sólo esquíes, iPads y otros objetos de su equipaje, sino preocupaciones sobre la economía global, la desconfianza de la gente, los empleos perdidos y un montón de otros desafíos.
Los resultados de una nueva encuesta mostraron el martes un constante descenso en el número de directores generales a nivel mundial que se dicen “muy confiados” de que sus compañías crecerán este año. La cifra bajó de 48% en 2011 a 36% este año.
En medio de este pesimismo, la mayoría de ellos se aferra cuidadosamente a unas cuantas inversiones en mercados comprobados, de acuerdo con un sondeo de la firma de auditoría y asesoramiento legal PricewaterhouseCoopers (PwC).
“La mayoría dice que la economía global se mantendrá casi igual para los siguientes 12 meses. Así que, aunque no es alentador, quizá tampoco es desalentador, pero está afectando claramente sus expectativas de crecimiento sobre sus propias compañías”, dijo Dennis Nally, presidente de PwC, en una entrevista con The Associated Press.
“El grado de confianza en general se encuentra realmente bajo, sin importar si uno se encuentra en un mercado en desarrollo o en un mercado desarrollado”, dijo.
El estado de ánimo es alicaído incluso en economías prometedoras como China y Brasil. El país más prometedor fue Rusia, donde el 66% de los directores generales se encuentran “muy confiados” de un crecimiento de ganancias en 2013, dijo Nally.
Agregó que los resultados de la encuesta son un fuerte mensaje a los gobiernos de que deben resolver sus problemas económicos, entre ellos regulaciones polémicas, déficits gubernamentales y asuntos fiscales.
“Todos estos causan un impacto en la confianza de los directores generales a la hora de encargarse de sus negocios y seguir adelante”, dijo.
La Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas informó esta semana que la crisis laboral ha empeorado, pues 197 millones de personas no pudieron conseguir empleo en 2012 y otros 39 millones dejaron de buscar uno tras la frustración de no hallarlo.
Mientras se enfilaban el martes al Foro Económico Mundial —donde más de 2.500 integrantes de la elite política y corporativa debatirán esta semana los principales temas económicos— muchos participantes dijeron que sus máximas preocupaciones son las posibilidades de disturbios sociales, una nueva recesión económica en Estados Unidos, ataques cibernéticos, desastres naturales y la disolución de la Eurozona de 17 países.