Las grandes urbes ya no son atractivas para las personas que salen de su lugar de origen, y prueba de esto es el Distrito Federal, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, 42% de la población migrante se instala en Hidalgo, Veracruz y el Estado de México.
Esta última entidad se ha convertido en el principal captador de migrantes, al recibir 5.5 millones de personas en el mismo lapso, es decir, 36% de los más de 19 millones de mexicanos que salen en busca de una mejor oportunidad económica o una calidad de vida más alta.
“La Ciudad de México, que antes era el polo de atracción, ahora es la que más población expulsa, quizá por la calidad de vida”, explico Luis Jaime Sobrino, doctor en urbanismo y especialista en temas de migración por la UNAM.
El especialista aseguró que desde 1980 la migración dejó de ser del campo a la ciudad, para convertirse en un movimiento de ciudad-ciudad. “La decisión de migrar a una ciudad específica no sólo está soportada por oportunidades laborales, reales o ficticias, sino también por la búsqueda de una mejor calidad de vida”, señaló.
Ahora son las ciudades medianas del Estado de México las que más población están captando, es decir, aquellas que tienen menos de un millón de habitantes, como Toluca o Metepec.
No obstante, los estudios todavía se desconocen los lugares a los cuales llegan para habitar, si tienen un trabajo y si la calidad de vida realmente mejoró. “Eso es lo que estaremos estudiando en los próximos meses”, afirmó Sobrino.