La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) dio hoy el visto bueno al programa “Cruzada Nacional Contra el Hambre” de México, con el que el presidente Enrique Peña Nieto pretende erradicar el hambre y la pobreza extrema de 7.4 millones de mexicanos.
Peña Nieto se reunió hoy en Santiago de Chile con el director general de la FAO, José Graziano, en la víspera de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con la Unión Europea, que comienza mañana en esta capital.
Graziano, quien lideró el proyecto contra el hambre en Brasil, durante el Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, felicitó al mandatario mexicano por su iniciativa y ofreció todo el apoyo técnico de la FAO para que el programa sea exitoso.
La Cruzada Nacional Contra el Hambre fue presentada esta semana por Peña Nieto y pretende beneficiar a más de 7.4 millones de personas que viven en la pobreza extrema o tienen carencia alimentaria severa en México.
“México ha dicho no más hambre. Ese es un primer paso para lograr enormes avances en poco tiempo. Es exactamente el tipo de iniciativa que quisiéramos ver en todos los países que enfrentan problemas de hambre y pobreza”, afirmó el director de la FAO.
Durante la presentación de la iniciativa, Peña Nieto dejó claro que “esta cruzada no es una medida asistencialista”.
“No se trata sólo de repartir alimentos. Es una estrategia integral de inclusión y bienestar social. Es un cambio estructural en materia de combate a la pobreza”, matizó.
Para Graziano, la estrategia es positiva porque incluye acciones “de doble vía”, es decir, “acciones directas e inmediatas para atender a las poblaciones vulnerables, al tiempo que se trabaja sobre las causas subyacentes del hambre y la inseguridad alimentaria”.
Según el director de la FAO, si México tiene éxito con este proyecto, se convertirá en un referente para la región y podrá compartir sus logros con otros países que enfrentan el mismo problema.