Organizaciones civiles integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria se sumaron a la propuesta de los académicos para exigir que se incluya el tema de la obesidad en el Plan Nacional de Desarrollo, que deberá presentar el gobierno federal en mayo próximo.
Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria (COA), explicó que si se incluye el tema en el documento, el Estado estará obligado a designarle un presupuesto que atienda el problema desde los diferentes sectores: social, educativo, de salud, ambiental y económico.
Por su parte, Constanza Gómez Mont, directora de la Fundación Contrapeso apuntó que se requieren acciones contundentes del gobierno y no sólo simulación ante un problema que padece una de cada cuatro muertes en nuestro país.
La petición se hizo un día después de que la Academia Mexicana de Medicina, la UNAM y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) presentaran el libro Obesidad en México, recomendaciones para un política de Estado, donde se incluyen 80 propuestas concretas para combatir esta epidemia.
Durante el evento, la nueva representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México, Maureen Birminham, criticó que el Estado no haya regulado de manera decidida a la industria alimentaria, a pesar de que la autorregulación que propusieron no funcionó.
“Es imperativo que el Estado regule los alimentos, el etiquetado, la propaganda y venta, cuidando de no caer en la buena voluntad para promover la actividad física pero no modificar sus productos,”, afirmó la recién nombrada funcionaria.
En el documento también se pide que el Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria (ANSA) se convierta en ley, con acciones y presupuesto propio, con los que se puedan ver resultados concretos.
El acuerdo comenzó en 2010 y cuenta con metas específicas para cada año, a fin de que las escuelas estén libres de comida “chatarra”, lo cual no se ha logrado debido a que la industria sólo modificó las porciones en sus productos para que pudieran venderse en los planteles.
Gómez Mont reconoció que el libro retoma muchas de las iniciativas, entre ellas la del etiquetado y regulación, que ya había hecho la sociedad civil y celebró que ahora la academia los sustente con investigaciones científicas.
Sin embargo, dijo, no puede quedarse en un libro y es necesario que se incluya en el Programa Nacional de Desarrollo, pues ni los compromisos del presidente Enrique Peña Nieto ni el Pacto por México abordan el tema.
En el pacto, el punto 2 se habla de sacar la comida chatarra de las escuelas, pero no se abordan otras situaciones para combatir la epidemia que afecta a 70% de los adultos y 30% de los niños.
Así mismo, Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dijo que la Cruzada Nacional contra el Hambre y la Pobreza tampoco contempla el tema de obesidad, a pesar de ser un problema recurrente en las comunidades más pobres.