VATICANO. La Iglesia está “preocupada” por la crisis que atraviesan el matrimonio y la familia, está “sorprendida” por la “superficialidad” con la que se la acusa de “conservadora” y exige una defensa mas vigorosa de la familia, afirmó hoy el “ministro” vaticano para las familias, Vincezo Paglia.
El arzobispo Paglia, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, hizo estas manifestaciones en un encuentro con la prensa para presentar las actividades de su dicasterio tras el VII Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Milán en junio del pasado año. El próximo se celebrará en Filadelfia (EU) en 2015.
“El respeto a la libertad no es abolir las diferencias” declara el arzobispo en una clara alusión a las recientes posturas tomadas por los gobiernos internacionales a favor del matrimonio homosexual y la adopción por parte de estas parejas.
Entre esas actividades destaca el encuentro que el papa Benedicto XVI mantendrá el 26 y 27 de octubre próximo con familias procedentes de todo el mundo en el Vaticano, un momento -subrayó el prelado- de recogimiento y plegarias para todas las familias que quieran reflexionar “sobre la importancia de la familia como lugar de evangelización y cuna de la fe”.
Paglia denunció la “fuerte oposición cultural” existente hoy día contra la familia, debida al individualismo, la soledad y el culto al “yo”,
“En una sociedad cada vez más individualista es muy fácil poner en duda tanto el matrimonio como la familia, llevándolo hasta el punto de hacer desaparecer el significado de los términos. Se está llegando al punto de no reconocer en el matrimonio la raíz de la familia y en ésta la base de la sociedad”, dijo Paglia.
El prelado insistió en que el matrimonio, entre un hombre y una mujer, constituye el “lugar primario de humanización del ser humano y la sociedad, la cuna del amor y la vida” y que ante los ataques que sufre, la Iglesia “está preocupada”, sabedora de que la familia y el matrimonio siguen siendo “una buena noticia” para los hombres de hoy.
“Sorprende por ello la superficialidad con la que la Iglesia es acusada de conservadora. No se trata de apoyar instituciones superadas, sino de pensar en el futuro de la misma sociedad. Si algo se puede decir es que somos conservadores del futuro, del futuro de la sociedad”, manifestó.
Agregó que familia significa “casa, estabilidad, crecimiento y futuro” y que por ello es “urgente” su “más vigorosa” defensa para que sea colocada “y rápidamente” en el centro de la política, de la economía y de la cultura.